MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Con el final del verano, muchas personas deciden volver a sus rutinas físicas después de un período de descanso pero, tras semanas o incluso meses de inactividad, es fundamental hacerlo de forma gradual y cuidadosa para evitar lesiones y aprovechar al máximo los beneficios de una vida activa, señalan fisioterapeutas especialistas en deporte de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios-Comillas (EUEF).
El primer paso para volver a la rutina es realizar una evaluación física para adaptar el entrenamiento a las necesidades y capacidades individuales. El fisioterapeuta y profesor de Fisioterapia Deportiva en la Escuela de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios- Comillas (EUEF), Miguel Mendoza, destaca que “la inactividad física prolongada puede provocar una serie de cambios sobre las capacidades físicas de los individuos, en relación a la resistencia, fuerza, flexibilidad, coordinación y/o equilibrio”.
Por ello, recomienda una evaluación previa, ya sea por un profesional del deporte si no hay lesiones previas, o por un fisioterapeuta en caso de antecedentes de lesiones. Esta evaluación permite personalizar el programa de ejercicios, lo que “ayudará a adaptar el programa de ejercicio a las condiciones físicas concretas del individuo”, evitando así sobrecargas que podrían llevar a lesiones.
Para quienes buscan retomar su rutina de ejercicio, es importante empezar con actividades de bajo impacto que no sobrecarguen el cuerpo. El también fisioterapeuta y profesor de Fisioterapia Deportiva en la EUEF, Joaquín Zambrano, recomienda que “las actividades cardiovasculares ligeras y de bajo impacto, como caminar, nadar, carrera suave o montar bicicleta, son ideales”.
Estas actividades ayudan a mejorar la resistencia sin ejercer demasiada presión sobre las articulaciones. En cuanto al entrenamiento de fuerza, Zambrano sugiere comenzar con ejercicios utilizando el peso corporal o pesos ligeros, ya que “es una buena manera de fortalecer los músculos sin riesgo de lesiones”.
La prevención de lesiones es un aspecto esencial al retomar la actividad física tras un periodo de inactividad. “Si se comienza una actividad física de forma brusca y sin evaluar el estado físico, las estructuras músculo-esqueléticas pueden verse afectadas en su estructura y función, aumentando el riesgo de lesiones”, explica la coordinadora de Fisioterapia y Rehabilitación del Hospital Universitario San Rafael, Ana Belén Jiménez.
Además de prevenir lesiones, la fisioterapia puede optimizar el rendimiento deportivo. Jiménez destaca que “para un deportista, lo más importante es rendir al máximo posible en su actividad, sin fatigarse en demasía, sin lesiones asociadas a la práctica deportiva y con ejercicios que sean óptimos y eficientes”.
Por tanto, la fisioterapia se convierte en un aliado esencial para alcanzar estos objetivos. La fisioterapia aborda tanto la parte ósea como miotendinosa del cuerpo, permitiendo que el deportista alcance el máximo rango articular de forma simétrica, lo cual es vital para prevenir lesiones. Además, se diseña una rutina de entrenamiento personalizada que respeta los tiempos de descanso y recuperación muscular, lo que permite una adaptación progresiva del cuerpo al ejercicio.
Así, según Jiménez, “la fisioterapia no solo es importante para conseguir un rendimiento deportivo óptimo, sino que es casi imprescindible” ya que prepara al cuerpo para los cambios que impone la práctica deportiva y previene futuras lesiones, ayudando a los deportistas a mantener su nivel y avanzar en su disciplina con seguridad.
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