MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
Fedea ha advertido este martes los costes que tendría la fragmentación de la Agencia Tributaria (AEAT) en caso de crear un nuevo organismo independiente para la gestión y recaudación de los impuestos en Cataluña, entre los que ha señalado la pérdida de eficacia en la lucha contra el fraude fiscal y una recaudación menos eficiente.
El acuerdo de investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat, en agosto de 2024, incluyó la “gestión, recaudación y liquidación de todos los impuestos” soportados en Cataluña por la propia comunidad, lo que significaría la creación de un nuevo organismo que realizara estas tareas, es decir, una Agencia Tributaria catalana.
Una acción que el autor del artículo publicado por Fedea, Alberto García Valera, considera que no tiene encaje dentro de la Constitución, puesto que únicamente posee esta función la Hacienda Estatal.
Además de su posible inconstitucionalidad, el autor relata que significaría “un paso atrás” en el sistema tributario, que en vez de optar por esta fragmentación, debería tender hacia una mayor integración “a nivel de OCDE o de la UE”.
Entre los problemas descritos por el artículo, destaca la menor capacidad para informar y asistir a los propios contribuyentes, ya que la autonomía de este organismo dificultaría el acceso a la información necesaria por parte de la Agencia Tributaria, impidiendo “ofrecer borradores de declaración a los ciudadanos, facilitar datos fiscales completos o programas de ayuda y criterios uniformes”, según informa Fedea.
Unos costes para los ciudadanos que, según Fedea, ya se han podido observar gracias al funcionamiento de los regímenes forales o de concierto como País Vasco o Navarra, que “están lejos” de una coordinación deseable con Hacienda.
MÁS OBSTÁCULOS PARA LA LUCHA CONTRA EL FRAUDE Y LA RECAUDACIÓN
Esta falta de coordinación y la mayor necesidad de gestión burocrática, provocaría, según el artículo, mayores complicaciones tanto para evitar el fraude a la hora de pagar impuestos como de tener una recaudación eficiente.
Al no tener de forma sencilla y rápida los datos fiscales de los contribuyentes, los inspectores de hacienda tendrán más dificultades y menos medios para saber quién ha eludido sus obligaciones fiscales.
“Un sistema de control de actividades económicas ha de ser integral para resultar eficiente”, aseguran el autor, que afirma que existiría un peor control por parte de la AEAT tanto a empresas que tenga su domicilio fiscal en Cataluña como a las multinacionales.
También la recaudación tributaria perdería eficiencia con el fraccionamiento de la AEAT como, por ejemplo, en el ejercicio de las competencias ejecutivas del procedimiento de apremio, que las administraciones territoriales no pueden adoptar sobre bienes situados fuera de su territorio.
Ante estos argumentos, desde Fedea piden “altura de miras” y aseguran que los ciudadanos y las empresas no ganarían “nada” con la fragmentación, sino que “perderíamos en la aplicación de las mejores prácticas que permiten las economías de escala”.
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