MADRID, 31 (SERVIMEDIA)
Facua-Consumidores en Acción ha presentado en las últimas horas una nueva denuncia ante la Dirección General de Consumo, integrada en el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, que dirige Pablo Bustinduy, debido a su sospecha de la existencia de un posible “pacto de no agresión” entre Alcampo, Aldi, Carrefour, Dia, Eroski, Hipercor, Lidl y Mercadona para “igualar” el precio de sus marcas blancas de aceite de oliva con subidas de precios “paralelas”, lo que, a su juicio, “apunta a la existencia de incrementos ilegales en sus márgenes de beneficio”.
Así lo anunció este miércoles su secretario general, Rubén Sánchez, en una rueda de prensa en la que consideró que el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, dirigido por Pablo Bustinduy, que ha enviado un segundo requerimiento de información a las grandes cadenas de distribución a raíz de dicha denuncia, tiene “elementos de sobra” para “considerar que hay sospechas de la existencia de un aumento de margen en los precios de forma ilegal” y “capacidad y elementos para abrir un expediente sancionador”.
En concreto, en su nueva denuncia, Facua señala que los datos recabados en sus análisis llevan a concluir que “existen indicios suficientes para sospechar de la existencia de irregularidades en los mecanismos de fijación de precios de las ocho cadenas de supermercados denunciadas, por los que habrían venido aplicando subidas de márgenes de beneficios en distintos meses de 2023 y 2024”.
En este sentido, valoró que el ministro haya tenido una “reacción inmediata”, enviando nuevos requerimientos de información a los principales operadores de distribución minorista de ámbito nacional para “comprobar” si se está trasladando “correctamente” al precio final del aceite de oliva en los supermercados la bajada al 0% del IVA y elevando la denuncia de Facua a la CNMC para que pueda “contribuir a esclarecer posibles distorsiones en el mercado” con el compromiso de que también remitirá la información recabada a lo largo de estas actuaciones al Observatorio de la Cadena Alimentaria.
Con todo, Sánchez puntualizó que en el sector del aceite de oliva “se están produciendo unos incrementos descomunales al tiempo que hay bajadas de precios en origen”, con la “convicción de que hay incrementos de márgenes ilegales” y aseveró que el ministerio que dirige Bustinduy “cuenta ya con elementos suficientes para sospechar de la existencia de aumentos de márgenes que deberían llevarle a la apertura del expediente”.
En paralelo, también incidió en la existencia de “una serie de subidas paralelas” en los precios de las marcas propias de aceites de oliva de las grandes cadenas de supermercados y, “de alguna manera, de un pacto de no agresión” para “igualar” sus precios o aplicar “variaciones de entre 1 y 4 céntimos por litro” de manera que “no compitan”.
EL PRECIO MÁS BARATO, ELEMENTO COMPETITIVO
En este contexto, defendió que, si una cadena hiciera ostentación de contar con el aceite de oliva “más barato del mercado”, sería “un elemento competitivo de suficiente peso como para que muchos consumidores identificaran a esa cadena como la más barata a nivel general, aunque fuera falso” y advirtió de que, en el caso denunciado, sin embargo, “ha ocurrido justamente lo contrario: en lugar de aprovechar la oportunidad de utilizar la marca blanca de aceite de oliva para competir, lo que han hecho es no agredirse unas a otras, copiarse los precios”.
“Nosotros, lógicamente, desconocemos si hay un pacto escrito, si hay intercambio de comunicaciones entre las cadenas, pero lo que sabemos es que se copian en los precios y, cuando una sube o baja, el resto imita el comportamiento”, prosiguió, al tiempo que recordó que la asociación ya trasladó esta cuestión a la CNMC “hace casi nueve meses” sin obtener “ninguna respuesta” y que ha “requerido continuamente” el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación “que cumpla su función de monitorizar el mercado e investigar la evolución de los precios en toda la cadena alimentaria” y, a su juicio, “ha incumplido su compromiso y ha mirado hacia otro lado”.
A este respecto, estimó que “lo que está claro es que hay una renuncia a competir en este sector” y que existen “elementos más que suficientes” para que la CNMC “investigue” y reiteró que estas subidas de precios en las marcas blancas “implican subidas de márgenes” porque, a su entender, “no tiene ningún sentido que, cuando una cadena sube 50 céntimos el precio de un aceite por litro, otra cadena lo suba 65 céntimos y otra cadena lo suba 23 para igualar todas el precio”.
“Si lo igualan con distintas subidas es obvio que están subiendo el margen de beneficio, que esto no tiene su origen en que su distribuidora, la empresa envasadora que le vende la mercancía, le haya subido a todas el precio y a cada una se le haya subido en una cuantía que derive en que uno y otro mes acaban igualando el precio al consumidor final”, sentenció, al tiempo que juzgó “obvio que hay movimientos al alza que han supuesto incrementos de márgenes”.
Por último, manifestó su “confianza” en que el Ministerio de Consumo “acabará abriendo un expediente sancionador” a las grandes cadenas de supermercados españolas por “aplicar incrementos ilegales de márgenes en los precios del aceite de oliva de sus marcas propias, con independencia de que pueda abrírselos también por incrementar márgenes en otros aceites de oliva de distintas marcas” y puso a la asociación de consumidores “a disposición” de los gobiernos autonómicos “por si quieren empezar a trabajar para proteger los intereses de los consumidores” frente a lo que calificó como “un fraude masivo en el mercado” ante el que, lamentó, “en el Gobierno de España, absolutamente nadie quiere intervenir salvo, de momento, el Ministerio de Consumo”.
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