El proceso ha incluido vajillas, cristalerías y cuberterías así como escudos y retratos conforme a la Ley de Memoria Democrática
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha dado por completado el proceso para la retirada de todos los símbolos y vestigios franquistas que había tanto en sus dependencias en Madrid como en las embajadas y consulados repartidos por todo el mundo conforme a lo previsto por la Ley de Memoria Democrática, según explican fuentes diplomáticas a Europa Press.
“El Ministerio ha procedido a la retirada de los ornamentos, enseres y elementos contrarios a la memoria democrática que todavía existían en sus sedes y dependencias en Madrid” en aplicación de la Ley de Memoria Democrática de 2022, han indicado las fuentes, aclarando que en realidad el proceso ya se inició con la Ley de Memoria Histórica de 2007.
Cabe recordar que el departamento que dirige José Manuel Albares procedió a retirar a principios de septiembre de 2022 cuatro escudos franquistas que estaban en las fachadas del edificio anejo a su sede histórica, el Palacio de Santa Cruz, para lo cual se destinaron más de 100.000 euros.
Además de las dependencias de Madrid, “lo mismo ha venido sucediendo en las representaciones de España en el exterior, donde se ha procedido a identificar, catalogar y ordenar la retirada de los elementos y enseres contrarios a la memoria democrática”, han añadido las fuentes.
En estos casos, se trata fundamentalmente de objetos con simbología franquista como piezas de vajilla, cuberterías, cristalerías, escudos, metopas, retratos o bustos, que ya han sido procesados “con escrupuloso respeto al procedimiento administrativo y la normativa en materia de protección del patrimonio y de bienes culturales”, han precisado.
PETICIÓN DE ALBARES A EMBAJADAS Y CONSULADOS
Albares había hecho saber expresamente en diciembre de 2022 a todas las embajadas y consulados que debían proceder a la retirada de todo vestigio de carácter franquista de sus dependencias dado que conforme a la Ley de Memoria Democrática no podrán usarse “enseres y elementos de cualquier naturaleza que contengan símbolos contrarios a la memoria democrática”, les explicaba en el telegrama que les mandó entonces.
Esto incluye “elementos de ropa de cama, cristalería oficial, vajilla, cubertería y servicio de mesa destinados a las residencias oficiales que están amuebladas con cargo a los presupuestos” de Exteriores, precisó.
Además, advirtió a todas aquellas embajadas, representaciones permanentes y consulados en los que hubiera “elementos consistentes en retratos, escudos, insignias, placas y otros objetos” de carácter franquista que lo notificaran a la Dirección General del Servicio Exterior antes del 1 de febrero de 2023, ofreciendo una “descripción física de los mismos, con fotografías y la indicación de la exacta ubicación”. Tras ello, recibirían instrucciones sobre cómo proceder.
Un año después, Exteriores considera que ya se ha procedido a retirar todo aquello que se ha detectado y podía ser retirado, toda vez que el ministro ya dejaba claro que la retirada no sería obligatoria en caso de que se trate de “elementos con singular valor artístico que formen parte de un bien integrante del Patrimonio Histórico Español” o por razones arquitectónicas “cuando el elemento sea fundamental para la estructura del inmueble”.
No obstante, desde el departamento que dirige Albares no se han brindado más detalles sobre el número de embajadas que han tenido que acometer estas acciones ni sobre el número de objetos y elementos retirados o el coste que el proceso ha tenido para las arcas de Exteriores, en quien debía recaer tal y como explicó el propio ministro en su telegrama.
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