Critican la financiación discrecional: “Un nuevo Gobierno puede decidir, a la Trump, cargarse la financiación a la dependencia”
MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
Expertos han advertido sobre la necesidad de evaluar la eficiencia del sistema de dependencia para asegurar su sostenibilidad, en un momento de “desafíos” en el que, según las proyecciones demográficas, en 2050, la población mayor de 66 años estaría en torno a 15 millones de personas, respecto a los 9 millones actuales, lo que supondrá el 29% de la población total.
Así lo han puesto de manifiesto este viernes una sesión titulada ‘El reto de la dependencia’, la primera sesión de un total de seis que componen el ciclo de encuentros organizados conjuntamente por el Consejo General de Economistas (CGE) y la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), bajo la denominación ‘Encuentros FEDEA-CGE sobre cuestiones estructurales de la economía española’.
En la apertura del acto, el presidente del Consejo General de Economistas de España (CGE), Valentín Pich, ha destacado la “magnitud del reto” que supone la atención a la dependencia, y el director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente, ha propuesto “reordenar las prioridades” porque “las pensiones parece que se lo van a comer todo”.
“Si gastamos doscientos y pico mil millones al año en pensiones, de los cuales igual cincuenta mil tienen que venir de impuestos generales, pues hombre, eso es un esfuerzo enorme que deja menos recursos para otras cosas y una de las cosas a las que habría que dedicar una pequeña parte de esos recursos, y con relativamente poco dinero se puede hacer mucho, es la dependencia”, ha señalado De la Fuente.
En el análisis de los datos, el director de la División de Análisis Presupuestario de la AIReF, Ignacio Fernández-Huertas, ha comenzado apuntando que ha habido “un avance significativo” en el gasto en dependencia en los últimos años pero “sigue estando casi un punto por debajo de la media europea, que se sitúa en torno al 1,7% del PIB”.
Según las últimas proyecciones realizadas por la AIReF, el coste medio por beneficiario oscila, según la edad, entre 3.700 euros y 10.000 euros anuales y, si se hace una previsión a largo plazo del gasto en dependencia, calculan que para 2050, y teniendo en cuenta nuestras previsiones de población, “se doblaría el importe inicial, alcanzando el 1,7% del PIB”.
“Esto nos lleva a una proyección del gasto en cuidados de larga duración, que pasa del 0,8% al 1,7% y que, una vez que se mitiga ese proceso de envejecimiento a partir de la década de los cincuenta, pues ya registra un crecimiento más moderado y se estabiliza en torno al 2% del PIB en 2070”, ha precisado.
A partir de estos datos, que esperan actualizar el próximo mes de marzo, el director de la División de Análisis Presupuestario de la AIReF ha concluido que existen “una serie de presiones” que se van a producir “con un grado de certidumbre bastante elevado” por la realidad demográfica y que “eso también tiene un impacto muy importante y habrá que tomar decisiones sobre cómo se van a abordar estos incrementos de gasto”.
LA FINANCIACIÓN DISCRECIONAL, “UNA CAJA NEGRA”
Por su parte, el catedrático de la Universidad Pompeu Fabra e investigador asociado en Fedea, Sergi Jiménez-Martín, ha destacado que “un problema que planea sobre el sector es que la financiación es discrecional, en asociación entre el Gobierno central y los gobiernos regionales, con aportaciones de los individuos que varían entre regiones”. “El tema de la financiación es una caja negra que se ha de plantear en algún momento”, ha planteado.
Jiménez-Martín ha realizado un recorrido por el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) desde que entró en funcionamiento en 2007 y ha señalado que su opinión sobre la evolución del sistema es “positiva”.
Según ha recordado, la principal característica del SAAD es que establece una prestación universal para todas aquellas personas que tienen un problema de dependencia.
Entre las deficiencias del sistema, ha señalado las “colas en el acceso a servicios, lo que se conoce como limbo de dependencia, que causa mortalidad evitable” o la “incertidumbre de la financiación”. De hecho, ha recordado que hubo recortes entre 2012 y 2019, seguidos de una “fuerte expansión desde 2020 hasta hoy”.
LAS LISTAS DE ESPERA “MATAN”
En concreto, sobre el limbo de la dependencia, Jiménez-Martín ha advertido de que “dilatar el proceso que lleva a prestaciones mata”. “No mata a todos, pero mata más de lo que debiera. De hecho, una de mis compañeras calculó el impacto y tiene incidencia entre el 5% y el 10% de los que esperan”, ha apuntado. En todo caso, ha precisado que frente al “punto álgido” de la lista de espera que estuvo en 2015, con casi 400.000 personas esperando, este problema “se ha ido solucionando”.
También ha destacado otros aspectos del sector como las diferencias entre comunidades autónomas, los “ineficientes” subsidios monetarios o la falta de especialización en las residencias. Entre otras soluciones, ha apostado por la “profesionalización, formación, remuneración adecuada, transformación de residencias y el impulso de nuevas formas de convivencia en hogares colectivos”.
Respecto a la financiación, el experto ha señalado que en España el mercado de seguros privados de dependencia es “prácticamente inexistente” y “quizás pudiera ser una alternativa futuro para mejorar o estabilizar la financiación”. Según ha precisado, “con la pensión media de un individuo en un solo año se financiaría todo su gasto en dependencia”.
“Lo que no puede ser es que la financiación de la dependencia sea discrecional e inestable. Esto, a largo plazo, es insostenible, porque un nuevo Gobierno puede decidir, a la Trump, cargarse, por ejemplo, la financiación a la dependencia, porque tiene otras prioridades”, ha advertido.
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