MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
El instructor en apoyo vital básico de HM Hospitales, Emilio Blanco, ha recordado que la maniobra de Heimlich es “la mejor aliada para actuar ante un atragantamiento”.
Cada año mueren en España más de 2.000 personas por atragantamiento, siendo ésta la tercera causa, dentro de las no naturales, que más muertes provoca. Por esta razón, es de vital importancia que el mayor número posible de personas conozca el protocolo a seguir si son testigos de un atragantamiento, siendo la maniobra de Heimlich la mejor aliada para actuar ante estas situaciones.
El experto afirma que “la persona que ha sufrido un atragantamiento puede identificarse fácilmente ya que presenta dificultad respiratoria, se lleva las manos al cuello y puede adquirir una coloración azulada”. Cuando nos encontramos ante una obstrucción de la vía aérea hay que pensar que puede ser parcial o total. En el caso de ser parcial se puede escuchar estridor y la víctima tose insistentemente.
“Si estamos junto a una persona que presenta estos síntomas debemos animar a la víctima a seguir tosiendo, ya que lo más probable es que el problema remita sin necesidad de realizar ninguna otra maniobra”, aclara Emilio Blanco.
En los casos de que la obstrucción sea total la persona no podrá hablar, respirar ni toser y perderá rápidamente el conocimiento, por lo que es muy importante actuar con rapidez y realizar la maniobra de Heimlich, que es muy sencilla de llevar a cabo y con un gran porcentaje de efectividad.
“Para ello debemos colocarnos detrás de la víctima rodeándola con los brazos e inclinándola hacia delante. Posteriormente, cerrar el puño y colocarlo entre el ombligo y el extremo inferior del esternón del paciente con el pulgar hacia dentro. Coger el puño con la otra mano y empujar enérgicamente hacia adentro y hacia arriba”, explica el instructor en apoyo vital básico de HM Hospitales. Si una vez realizada esta maniobra unas cuantas veces el problema persiste, se debe llamar al 112.
Si la víctima es una mujer embarazada o una persona obesa la presión se debe aplicar sobre el tercio medio del esternón. A los lactantes se les debe colocar a horcajadas en el antebrazo del auxiliador sujetándoles la mandíbula, con la cabeza más baja que el tronco y aplicarles cinco palmadas entre los omóplatos.
En caso de fracaso se le dará la vuelta y se aplicarán cinco compresiones en la zona esternal con el dedo índice y medio. Asimismo, en los niños de hasta aproximadamente 5 años hay que colocarse detrás, arrodillados o sentados, y rodearles con los brazos, al igual que a un adulto, localizar el plexo solar (justo encima de la boca del estómago) y comenzar la maniobra.
En estos casos es aconsejable no usar el puño cerrado para ejercer la presión en esa zona, sino poner una mano en forma de cuchara y ayudar a la presión con la otra mano encima.
Si a pesar de realizar las maniobras indicadas anteriormente la víctima queda inconsciente se debe dejar en el suelo y realizar, si se conoce la técnica, reanimación cardiopulmonar básica hasta que llegue el personal sanitario. Es importante recordar que hay que evitar buscar objetos extraños en boca y faringe con el dedo a ciegas, ya que sólo se deben retirar los objetos extraños si pueden verse.
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