MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Con los cambios de temperatura y la época de frío los pacientes que padecen patologías reumatológicas como el síndrome de Raynaud pueden sentir más dolor y rigidez en las articulaciones afectadas, según explica el neumatólogo de Onelife Center, el doctor Javier Rivera.
“Las consultas de los pacientes reumatológicos aumentan en esta época del año en la que hay más frío y más cambios de tiempo, aduciendo un empeoramiento de sus síntomas”, asegura el doctor Rivera.
El síndrome de Raynaud es una de las patologías reumatológicas que más se ve afectada por cambios de temperatura, especialmente por el frío. Se caracteriza por una disminución del riego sanguíneo en los dedos de las manos (minoritariamente afecta también a los dedos de los pies) provocando dolor y cambio de color. El frío provoca una disminución de la circulación sanguínea, produciéndose una contracción de los vasos sanguíneos de los dedos, causando el dolor y la falta de coloración.
Actualmente, en España una de cada cuatro personas tiene una enfermedad reumática. La Sociedad Española de Reumatología (SER) estima que el 25 por ciento de la población española mayor de 20 años sufre alguna enfermedad reumática, esto supone que afecta a 11 millones de personas en España. Sin embargo, existe un infradiagnóstico por el desconocimiento de este tipo de patologías y los síntomas asociados.
Existen hasta 200 enfermedades reumáticas pero, entre las más frecuentes se encuentran: la artrosis (degeneración del cartílago que se encuentra entre las articulaciones); la fibromialgia (enfermedad crónica caracterizada por presentar dolor en los músculos y tendones); la osteoporosis (los huesos de los pacientes se vuelven más porosos y frágiles aumentando la posibilidad de roturas) y la artritis (inflamación de las articulaciones).
Por otra parte, las modificaciones en la presión atmosférica son las que han mostrado siempre una mayor influencia en el aumento del dolor. Sin embargo, otras variables atmosféricas como la temperatura, estacionalidad, humedad o presencia de días soleados, han mostrado más variabilidad.
No obstante, es necesario tener en cuenta que el empeoramiento en los síntomas de los pacientes reumáticos con los cambios atmosféricos es pasajero por lo que, en la gran mayoría de los casos, no es necesario realizar ninguna intervención médica. “Hacerles entender este punto y que no es el inicio de un nuevo brote supone que los pacientes se sientan más relajados e, incluso, que puedan pasar estos periodos sin necesidad de aumentar la medicación”, asegura Rivera.
Aunque si el aumento de la intensidad de los síntomas afecta a la calidad y rutina diaria de un paciente, se debería acudir al especialista para que “paute la analgesia adecuada en función de la patología y el agravamiento de los síntomas asociados a ella”, apunta el experto.
Los pacientes podrían llevar a cabo una serie de cambios en sus hábitos de vida y ejercicios para prepararse ante un posible empeoramiento de sus síntomas en esta época del año. Entre ellos estarían la realización de ejercicios físicos a diario, actividades relajantes ya que el estrés se ha asociado a un empeoramiento del dolor en múltiples enfermedades, tomar alimentos de efecto antiinflamatorio y aplicar calor seco en las zonas del cuerpo donde suele aparecer el dolor.
Según concluye, aún no se conoce el “mecanismo patogénico por el que se produce este fenómeno de aumento de los síntomas”. Aunque una teoría que se ha propuesto es que los cambios atmosféricos suponen un reto adaptativo para los pacientes.
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