MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
La mayoría de los pacientes con colitis ulcerosa son diagnosticados a una edad muy joven, entre los 15 y los 30 años, y en el 10 por ciento de las ocasiones el primer brote que sufren ya es grave, según ha advertido Fernando Gomollón, profesor titular de Medicina en la Universidad de Zaragoza y jefe de Sección de Enfermedad Inflamatoria Intestinal en el Hospital Clínico Universitario de Zaragoza.
Así se ha pronunciado con motivo del simposio ‘Más allá de la terapia biológica: ¿qué nos deparará el futuro con los nuevos inhibidores JAK?’, organizado por Galapagos en el marco del Congreso del Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU), celebrado en Madrid.
Según este especialista, cuando la enfermedad está activa los pacientes tienen síntomas muy llamativos como diarrea, rectorragias, urgencia en la defecación y malestar o dolor abdominal.
“Incluso cuando estos síntomas están bien controlados, muchos de ellos aseguran que sufren cansancio, fatiga o dolor en las articulaciones”, ha comentado el doctor Gomollón.
El experto ha detallado que “esta enfermedad no tiene un origen único”, sino que es “el resultado de un desequilibrio en el que influyen de forma diversa la genética, el sistema inmunológico, la microbiota intestinal y múltiples factores ambientales”.
No obstante, el doctor Gomollón ha afirmado que el futuro es cada vez más esperanzador: “Nos mantenemos optimistas gracias a los nuevos fármacos que son los que llegarán antes, y también por otros tratamientos que ayudarán al control de la enfermedad, como la manipulación de la microbiota o tratamientos nutricionales avanzados”.
Por su parte, el jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol (Badalona) y expresidente de GETECCU, Eugeni Domenech, ha indicado que el 10-15 por ciento de los pacientes con colitis ulcerosa necesitan en la actualidad un fármaco que consiga un correcto control de la enfermedad de forma sostenida.
Sin embargo, “el problema es que en esa situación, cuando no responden a los tratamientos, la única alternativa es la proctocolectomía, es decir, la extirpación de todo el colon (intestino grueso) y recto, lo que impacta de forma muy importante en la calidad de vida del paciente de forma irreversible”. “Por tanto, no por ser poco frecuente es poco importante”, ha precisado.
Por esta razón, en su opinión, “cualquier nueva alternativa en este escenario es bienvenida”. “Pero somos conscientes de que no hay un amplio margen de mejora puesto que cuantos más fármacos han fracasado en un paciente, menor es la posibilidad de éxito para el siguiente”, ha remachado.
En este sentido, concluye el doctor Domenech, “el desarrollo de nuevas dianas terapéuticas y la mejoría del perfil de seguridad de los tratamientos nos van a permitir ampliar esa posibilidad de respuesta en pacientes refractarios a fármacos convencionales”.
Por otro lado, en el marco del Congreso de GETEII que se celebraba en paralelo, el II Premio de Investigación en Enfermería GETEII-Galapagos ha sido concedido a Elena Sánchez Pastor, del Hospital Universitari de Bellvitge de Barcelona, por su proyecto de enfermería ‘Estado actual del cribado de cáncer de cérvix en las pacientes con EII del Hospital de Bellvitge’.
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