MADRID, 07 (SERVIMEDIA)
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) lanzaron este martes una guía para identificar intervenciones “clave” para “abordar” las enfermedades infecciosas entre personas que se inyectan drogas, que incluye seis áreas “clave” de intervención y recomendaciones que van desde el suministro de equipos de inyección esterilizados, pruebas y vacunación hasta el tratamiento de infecciones y drogodependencias.
Esta guía, que refleja nueva evidencia, tratamientos de enfermedades infecciosas y conceptos de salud pública, actualiza la edición de 2011 en un contexto en el que, a juicio de ambas agencias, el uso de drogas inyectables “sigue siendo un factor de riesgo crucial para contraer virus transmitidos por la sangre”, como la hepatitis B y C y el VIH, pero también otras enfermedades infecciosas, como las infecciones de transmisión sexual (ITS) y la tuberculosis.
“Si bien en el caso de las ITS y la tuberculosis la inyección de drogas no causa infección directamente, factores como las condiciones de vida o las prácticas sexuales de mayor riesgo colocan a algunas personas que se inyectan drogas en mayor riesgo”, sentenciaron.
Esta guía conjunta “refuerza” la “necesidad” de contar con un “enfoque integral y coordinado” para abordar el “persistente desafío” de salud pública que, a su juicio, representan las infecciones relacionadas con las drogas en los países de la UE y el Espacio Económico Europeo y, en última instancia, su objetivo es “mejorar el bienestar y los resultados de salud de las personas afectadas por estos problemas”.
En este contexto, ambas agencias abogaron por entregar agujas y jeringas esterilizadas y otros equipos de preparación de medicamentos incluso en las prisiones y a través de farmacias así como proporcionar tratamiento con agonistas de opioides, incluso en las cárceles, a las personas dependientes de los opioides junto con equipos de inyección esterilizados e información, educación y asesoramiento.
VACUNAS Y SALAS DE INYECCIÓN
En paralelo, la guía propone ofrecer vacunas contra la hepatitis A y B, infecciones respiratorias y tétanos, así como vacunas contra el neumococo y el virus del papiloma humano a las personas que viven con el VIH y que se inyectan drogas y, “de forma rutinaria”, hacer pruebas de enfermedades infecciosas “voluntarias y confidenciales”, además de derivar a atención médica a todas las personas con un resultado positivo.
Junto a ello, sugirieron ofrecer tratamiento de enfermedades infecciosas de acuerdo con directrices nacionales e internacionales, garantizar que exista una “buena cooperación y vínculos” entre los proveedores de servicios dedicados a las personas que se inyectan drogas y la atención de enfermedades infecciosas y “fortalecer” la adherencia al tratamiento.
Por último, reclamaron la importancia de contar con salas de inyección “supervisadas” para “reducir los comportamientos de riesgo” entre las personas que se inyectan drogas, lo que, a su entender, “en consecuencia, podría contribuir a la prevención de la transmisión del VHC y el VIH”.
“Para lograr la máxima eficacia de las intervenciones, es esencial la coordinación entre los sectores de salud, medicamentos y servicios sociales. Además, estas intervenciones deben realizarse en combinación entre sí y con actividades de promoción de la salud que se centren en factores estructurales e individuales que promuevan comportamientos más saludables y seguros”, abundaron, al tiempo que explicaron que, con su guía, pretenden “apoyar” a los responsables políticos, los profesionales de las drogas y las organizaciones de la sociedad civil “proporcionando una base empírica para informar las estrategias, políticas y programas nacionales para las personas que se inyectan drogas”.
ENFERMEDADES INFECCIOSAS
Tras puntualizar que durante la última década ha habido una “reducción constante” en el número de diagnósticos de VIH entre personas que se inyectan drogas, advirtieron de que, desde 2015, “muy pocos países de la UE y del Espacio Económico Europeo (EEE) han experimentado una disminución sustancial en la transmisión del virus de la hepatitis C (VHC) entre personas que se inyectan drogas”.
“En particular, la hepatitis C tiende a ser más común que el VIH entre las personas que se inyectan drogas, y un historial de uso de drogas inyectables es el factor de riesgo más frecuentemente reportado en los países de la UE y el EEE para adquirir esta enfermedad”, sentenciaron, para recordar que, “en última instancia”, las infecciones asociadas con el uso compartido de equipos de inyección “contaminados” o con otros modos de transmisión “afectan la calidad y la esperanza de vida de estas personas”.
Junto a ello, señalaron que también pueden generar “costos sociales directos e indirectos” a través de, por ejemplo, pérdida de productividad, altos costos de tratamiento y atención y riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas a otras personas, incluidas aquellas que no se inyectan drogas.
En el marco de la presentación de la guía, la directora del ECDC, Andrea Ammon, afirmó que existen “herramientas mejores y más efectivas que nunca para prevenir, detectar y tratar las infecciones asociadas con el uso de drogas inyectables”. “Sin embargo, el acceso a estos servicios a menudo se ve obstaculizado por barreras como el estigma, la discriminación o las barreras legales”, lamentó.
“Al diseñar estrategias, políticas y programas para abordar las enfermedades infecciosas entre las personas que se inyectan drogas, los formuladores de políticas y los planificadores de salud pública deben considerar enfoques que limiten y superen estas barreras y que promuevan la accesibilidad, aceptación y cobertura de los servicios mediante la provisión combinada de intervenciones”, agregó.
Por su parte, el director del OEDT, Alexis Goosdeel, reconoció que los “cambios” en el mercado europeo de drogas y en los patrones de consumo de drogas en los últimos años “han creado nuevos desafíos” y recordó que, por ejemplo, la inyección de estimulantes, “a menudo en combinación con opioides” ha provocado “brotes de enfermedades infecciosas en varias ciudades de la UE”.
“Esta guía actualizada reitera la necesidad de que los países amplíen la cobertura de una serie de servicios de tratamiento y reducción de daños que salvan vidas y que han demostrado ser eficaces en la prevención y el control de enfermedades infecciosas entre las personas que se inyectan drogas”, prosiguió, convencido de que “tenemos el conocimiento”, pero “ahora debemos asegurarnos de que estas intervenciones se realicen a una escala óptima”.
- Te recomendamos -