MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El CEO de Enagás, Arturo Gonzalo Aizpiri, ha recalcado la fortaleza de España ante la necesidad de reducir la dependencia energética europea de Rusia, al que se refirió como un “reto colosal”, y ha indicado que en los nueve primeros meses de 2023 Europa ha conseguido reducir un 55% la importación de gas ruso.
Durante su intervención en la Conferencia Europea sobre Economía, ESG y Cambio Climático’, organizada por el Club de Excelencia en Sostenibilidad en colaboración con IE University y Georgeson, Gonzalo ha señalado que esto ha sido posible gracias a la mayor eficiencia, la apuesta por las energías renovables y la diversificación de las fuentes de aprovisionamiento de gas natural licuado (GNL) de muchas procedencias, además del gas que llega por gasoducto de países como Noruega, Argelia y Azerbaiyán.
Al tiempo, ha recordado que España es “una potencia mundial en regasificación” con sus siete plantas, de modo que representa la tercera parte del total de la capacidad de toda Europa y el 46% del total de la producción”.
Respecto al futuro de Enagás, que el martes presentó los resultados correspondientes a los nueve primeros meses del año, señaló que el “gran propósito de futuro es ser un operador de hidrógeno renovable como ahora lo somos de gas natural”.
En relación con el cambio climático, aseguró que Europa precisa “una gran infraestructura europea para anticipar cualquier disrupción que afecte al mercado, que incluya sequías y factores meteorológicos extremos”.
De su lado, el CEO de Basf España, Carles Navarro, aseguró que Europa ha pasado de ser un exportador neto a convertirse en un importador de productos químicos y apuntó que para conseguir una industria química europea competitiva hay que mejorar la regulación, dado que el “sector está hiperregulado, a diferencia de otros países como Estados Unidos”.
Tras señalar que el objetivo de Basf es alcanzar la neutralidad climática en 2050, Navarro ha indicado que uno de los grandes hitos de la firma ha sido la inversión de 1.500 millones de euros para levantar el mayor parque eólico marino del mundo frente a las costas de Holanda de 1,6 GW de capacidad para producir electricidad renovable.
Por su parte, Gonzalo De la Cámara, director del Center for Water and climate adaptation de IE University, destacó que “los riesgos físicos derivados de la insostenibilidad de nuestras pautas de consumo y producción y los riesgos de transición asociados a nuestras respuestas se trasladan ya de modo nítido a la rentabilidad financiera de las empresas, que encuentran así un incentivo claro para actuar de modo decisivo en desafíos de acción colectiva.
En IE University, una de las primeras universidades “carbon neutral” de Europa, tenemos el compromiso de formar a nuestros alumnos para que estén capacitados, actúen como líderes responsables y sean conscientes de su papel en la construcción de una sociedad más sostenible”, ha afirmado.
En el evento se han presentado las principales conclusiones en relación con la afectación del cambio climático en el mundo empresarial, incluyendo el lanzamiento de productos y servicios en el contexto de unas finanzas sostenibles, sin olvidar la visión de los grandes fondos de inversión en relación con la inversión bajo los principios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza) y los retos que afrontan los consejos de administraciones de las empresas de cara a la temporada de juntas de accionistas en 2024.
Entre las conclusiones cabe destacar que el exceso de regulación y la dependencia del exterior figuran entre los principales problemas para conseguir una Europa más sostenible y descarbonizada.
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