MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
El Gobierno etíope ha asegurado este viernes que el Ejército control el 70 por ciento de la región de Tigray, situada en el norte del país y escenario de un conflicto armado desde noviembre de 2020 con el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF).
Redwan Hussien, asesor de Seguridad Nacional del primer ministro, Abiy Ahmed, ha explicado a través de Twitter que el Ejército controla gran parte de la región norteña de Tigray, tras el acuerdo de cese de hostilidades alcanzado la semana pasada con el TPLF, que no se ha pronunciado sobre esta afirmación.
En este sentido, Hussien ha comunicado que “la ayuda está fluyendo como nunca antes, incluso en las zonas que aún no están en manos del ENDF”.
“El acuerdo (de paz) solamente ofrece oportunidades para mejorar los servicios”, ha aseverado, tras indicar que más de una treintena de camiones de alimentos y tres de medicinas han llegado a la región. “No hay ningún obstáculo en cuanto a la ayuda”, ha agregado. Además, ha matizado que los servicios se están reconectando, mientras que los vuelos vuelven a estar operativos.
Por su parte, la Oficina de Asuntos Africanos del Departamento de Estado estadounidense ha indicado que el propio Hussien afirmó en el marco de las conversaciones en Kenia que la ayuda podrá ser entregada “sin restricciones” de cara a “finales de esta semana”.
“Los etíopes vulnerables en Tigray, Afar y Amhara necesitan ayuda ahora, así como la restauración de servicios, la protección de civiles y la rendición de cuentas por violaciones de los Derechos Humanos”, ha dicho a través de un mensaje en su cuenta en la red social Twitter.
En este sentido, ha hecho hincapié en que Estados Unidos “está esperando con urgencia medidas que respeten y apliquen el acuerdo (de cese de hostilidades alcanzado en Sudáfrica entre el Gobierno etíope y el TPLF)”.
En este contexto, Kindeya Gebrehiwot, uno de los integrantes del servicio de Exteriores del TPLF ha denunciado que las tropas eritreas están cometiendo “asesinatos, secuestros y ataques con artillería” en los alrededores de las ciudades de Shire y Adi Daero, en Tigray.
“Hay una multitud de civiles eritreos, incluidas mujeres, en una misión de saqueo, como se ha visto en Shire. Tras el toque de queda, hacen todo tipo de maldades en la oscuridad a pesar de la firma del acuerdo de cese de hostilidades”, ha dicho en Twitter.
Durante la jornada del miércoles, Selamawit Kasa, una de las portavoces del Servicio Federal de Comunicaciones del Gobierno etíope, indicó que el acuerdo con el TPLF ha permitido la puesta en marcha de trabajos de “apoyo humanitario” y “reconstrucción” en la región de Tigray.
Durante la jornada del lunes arrancaron unos contactos en la capital de Kenia, Nairobi, entre altos cargos militares del Ejército y del TPLF para abordar el cese de hostilidades pactado la semana pasada, según confirmó la Unión Africana (UA), que está llevando a cabo labores de mediación.
El conflicto en Tigray estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el Gobierno del primer ministro, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo, incluida la negativa del TPLF a la hora de reconocer un aplazamiento electoral y su decisión de celebrar comicios regionales al margen de Adís Abeba.
El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.
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