MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado que ha derribado un misil balístico y tres drones iraníes lanzados desde áreas de Yemen controladas por los rebeldes hutíes hacia el golfo de Adén, después de que la insurgencia reivindicara un ataque contra un barco estadounidense en el mar Rojo, en medio del incremento de ataques contra embarcaciones en la zona en represalia por la situación en la Franja de Gaza.
El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) ha especificado que el destructor ‘USS Carney’ ha derribado un misil balístico antibuque sobre las 20.30 horas (hora local) y posteriormente, a las 21.10 horas ha destruido tres vehículos aéreos no tripulados iraníes, sin que se hayan producido víctimas o daños.
Antes, sobre las 15.30 horas, el CENTCOM indicó que las fuerzas estadounidenses habían derribado un misil tierra-aire “que estaba preparado para ser lanzado” y que había determinado que “presentaba una amenaza inminente para los aviones estadounidenses”, según reza un comunicado publicado en su perfil de la red social X, antes Twitter.
Por su parte, el portavoz de operaciones militares de los hutíes, Yahy Sari, ha indicado que han alcanzado de forma directa con “varios misiles navales” un buque estadounidense, ‘Cole’, que “se dirigía hacia los puertos de la Palestina ocupada”.
Además, estas acciones tienen lugar cuando los rebeldes han denunciado un ataque conjunto de Estados Unidos y Reino Unido cerca de la ciudad de Hodeida, en el oeste del país. El vicepresidente de la Autoridad de Medios de Comunicación de los hutíes, Naser al Din Amer, ha asegurado que Washington y Londres, que hasta ahora no se han pronunciado al respecto, “pagarán” por sus ataques.
Los rebeldes, respaldados por Irán y que controlan la capital yemení, Saná, y otras zonas del norte y el oeste del país desde 2015, han lanzado varios ataques contra buques con algún tipo de conexión con Israel a raíz de la ofensiva militar contra la Franja de Gaza, iniciada tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
Aunque han asegurado que garantizan la libre navegación del resto de barcos, la situación ha llevado a diversas compañías –incluidas cuatro de las cinco principales dedicadas a transporte marítimo del mundo– a suspender sus operaciones a través de esta vía marítima, clave para el comercio internacional, o a desviar sus barcos a través de vías mucho más largas que implican rodear el continente africano a través del cabo de Buena Esperanza.
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