MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
El Comité de Política Monetaria del Banco Central de Brasil volverá a reunirse esta semana, durante el miércoles y el jueves, para decidir sobre una posible bajada de los tipos de interés, después del último encuentro de junio en el que optó por congelar la tasa en el 10,5%, con motivo del “incierto” escenario global e interno, en el que las proyecciones de inflación crecientes y las expectativas desancladas exigían una mayor cautela.
En dicha reunión, la entidad comentó que la política monetaria debe seguir siendo contractiva durante un período de tiempo suficiente a un nivel que consolide no sólo el proceso de desinflación, sino también el anclaje de las expectativas en torno a sus objetivos.
Así, se desconoce en qué dirección se pronunciará este jueves el organismo presidido por Roberto Campos Neto. Mayo fue la última ocasión en la que el banco decidió recortar los tipos. En ese momento, se optó por una reducción de 25 puntos básicos, hasta llevar la cifra al actual 10,5%.
Tras el encuentro de junio, se descartó adelantar cualquier tipo de decisión futura o plazo concreto, apoyándose en un escenario macroeconómico que resulta “incierto” y “adverso”, tanto a nivel global como interno.
“La situación actual, caracterizada por una etapa del proceso desinflacionario que tiende a ser más lenta, un mayor desanclaje de las expectativas de inflación y un escenario global desafiante, exige serenidad y moderación en la conducción de la política monetaria”, recogía el acta de la reunión.
Para su decisión de esta semana, el banco volverá a tener en cuenta la evolución macroeconómica en Estados Unidos, debido a que en el país norteamericano hay una elevada y persistente incertidumbre sobre la flexibilización de la política monetaria.
Asimismo, en clave interna, el banco pondrá la atención sobre los bienes industriales y de los alimentos, que ha dejado de contribuir en el proceso de desinflación en los últimos meses.
En este contexto, cabe recordar que la inflación escaló al 4,23% interanual en junio, tres décimas más que en mayo. El índice mensual, con todo, se ha desacelerado, con un incremento del 0,21% frente al 0,46%.
La decisión que tome el banco tendrá seguramente consecuencias en el debate político en Brasil, ya que han sido bien sonadas las críticas del presidente del país, Lula da Silva, al banco y su presidente por mantener una política monetaria contractiva, llegando a acusarle de prácticas con tinte político y no técnico.
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