MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
El año pasado se declararon algo más de 6.000 siniestros forestales (entre incendios y conatos) en España, lo que supone la cifra más baja desde 1983.
Los datos provisionales proporcionados por las comunidades autónomas al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico indican que en 2024 se produjeron 6.134 siniestros forestales, cuando la media del último decenio es de 9.670.
Se trata de la cantidad más pequeña desde 1983, cuando hubo 4.791, según la serie histórica de Transición Ecológica, recogida por Servimedia y que comienza en 1961.
SUPERFICIE
Por otro lado, los siniestros forestales arrasaron el año pasado en España un total de 47.711 hectáreas, mientras que la media de la última década es de 103.918,00. Es decir, en 2024 se quemó menos de la mitad respecto a ese promedio.
Se trata de la segunda cantidad más baja no solo del último decenio, solo por detrás de 2018 (26.994,49 hectáreas), sino desde hace más de medio siglo.
La serie histórica de Transición Ecológica indica que los siniestros forestales afectaron a 35.044 hectáreas en 1971. Desde entonces, la cifra de 2024 es la segunda más pequeña en 54 años.
Los mejores años del registro histórico son 1963 (22.679 hectáreas incendiadas), 1964 (31.398), 1971 (35.044), 1965 (38.018), 1961 (46.251) y 2018 (26.994), que son los únicos con menos superficie calcinada que 2024. El peor de la serie es 1985 (484.476), seguido de 1978 (439.526), 1994 (437.635) y 1989 (426.693).
ZONAS GEOGRÁFICAS
De las hectáreas arrasadas por conatos e incendios forestales el año pasado, que abarcan un 0,172% del territorio nacional, un total de 10.885 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a vegetación leñosa, concretamente 24.420 hectáreas de matorral y monte abierto, y 12.406 de superficie arbolada.
Por otro lado, las comunidades interiores (concretamente, las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora) concentraron un 37,38% de los incendios y conatos forestales, mientras que el resto de siniestros se reparte entre el noroeste peninsular (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora), con un 33,19%; el área mediterránea, con un 28,56%, y Canarias, con un 0,87%.
En cuanto a la superficie forestal arrasada por el fuego, un 42,79% pertenece a las comunidades interiores; un 41,88% al noroeste; un 15,27% al área mediterránea, y un 0,06% a Canarias.
La mayor cantidad de superficie arbolada calcinada por las llamas se produjo también en las comunidades interiores (59,28%), por delante del noroeste (27,93%), la zona mediterránea (12,74%) y Canarias (0,05%).
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