Inicio España España redujo en 2023 un 7,4% la intensidad de emisiones de CO2...

España redujo en 2023 un 7,4% la intensidad de emisiones de CO2 respecto al año anterior, según PwC

0

MADRID, 25 (EUROPA PRESS)

España redujo en 2023 un 7,4% la intensidad de emisiones de CO2 respecto al año anterior, según se desprende del Informe Net Zero Economy Index 2024, elaborado por la consultora PwC.

En este sentido, el informe revela que, en 2023, la intensidad de emisiones de España, entendida como emisiones de CO2 por unidad de PIB, se situó en 100 tCO2/$mPIB, muy por debajo de la media mundial de 219 tCO2/$mPIB. Asimismo, respecto al año anterior, esta se redujo un 7,4% en España, frente al 1,02% a nivel mundial. En todo caso, señala que la intensidad de emisiones en España se encuentra “muy alineada” con la media de la Unión Europea (UE) (98 tCO2/$mPIB). Entre los países del G-20, con una intensidad de emisiones mejor que España, se encuentran Francia, Reino Unido e Italia.

Para EL socio responsable de Sostenibilidad y Cambio Climático en PwC, Pablo Bascones, la caída en el consumo de combustibles fósiles, acompañado de un incremento del peso de la producción hidráulica, eólica y solar en el mix, explican la reducción en la intensidad de emisiones en España. Sin embargo, añade que el ritmo de descarbonización requerido para cumplir con el Acuerdo de París y con el PNIEC es aún inferior al requerido.

Del estudio también se desprende que la intensidad de carbono en el mundo, entendida como emisiones de CO2 por unidad de PIB, se redujo sólo un 1,02% en 2023, la rebaja más pequeña desde el año 2011, según el informe Net Zero Economy Index 2024, elaborado por PwC. Además, destaca que esta cifra muestra un “estancamiento preocupante” de los esfuerzos por desvincular el crecimiento económico de las emisiones de carbono.

Asimismo, recalca que se necesitará una tasa de descarbonización media anual de aquí al 2050 del 20,4%, frente al 17,2% del año pasado, para limitar el calentamiento global 1,5ºC respecto a la era pre industrial. “Esto significa que el planeta debería descarbonizarse a un ritmo veinte veces más rápido que el año pasado (1,02%). Para poner estos datos en contexto, desde el año 2000 ninguno de los países que integran las veinte economías más desarrolladas del mundo (G-20) ha logrado una tasa de descarbonización superior al 11,5% en un año. El nivel más alto fue alcanzado por Francia en 2014, con un 11,08%”, apunta.

Igualmente, el estudio pone de manifiesto que el aumento de la demanda de energía sigue superando el ritmo de adopción de las energías renovables, aumentando el uso de combustibles fósiles. De hecho, expone que, en 2023, la capacidad de las energías renovables alcanzó un récord de 3,870 GW, con un aumento del 14%, mientras que el consumo de combustibles fósiles creció un 1,5% hasta 16,007 GW. “Esto elevó el factor fuel global en un 0,07%, reflejando un ligero incremento en la proporción de combustibles fósiles. Los desafíos económicos como la inflación y las tensiones geopolíticas están complicando la transición hacia fuentes de energía más sostenibles”, advierte.

LAS ENERGÍAS RENOVABLES, LA MAYOR FUENTE DE ELECTRICIDAD EN 2025

También revela que las energías renovables se convertirán “en la mayor fuente de electricidad en 2025”, pero advierte de que es “probable” que el aumento previsto de la demanda energética de las economías emergentes, los esfuerzos de adaptación al clima, la electrificación de los sistemas de transporte, la IA y los centros de datos, incrementen el consumo de energía. “Si no se mejora la eficiencia energética y la gestión de la demanda, estos factores podrían perjudicar los avances obtenidos con el aumento de las energías renovables al forzar una dependencia continuada de los combustibles fósiles”, avisa.

Asimismo, PwC añade que reducir la intensidad energética y gestionar “más eficazmente” la demanda ofrece a las empresas y a los gobiernos “la oportunidad de acelerar la acción”. “Nuestro reciente estudio, realizado en colaboración con el Foro Económico Mundial, revela que la tecnología actual puede permitir al planeta reducir sus necesidades energéticas aproximadamente un 31%, sin reducir la producción económica. Esto podría suponer un ahorro anual de hasta 2 billones de dólares (a los precios actuales de la energía) si se adoptaran medidas a gran escala para finales de esta década”, subraya.

Finalmente, explica que la disparidad en las tasas de descarbonización entre los países desarrollados y en desarrollo en 2023 pone de manifiesto “la necesidad de un mayor apoyo financiero para garantizar una transición justa”. “El año pasado, los países del G7 redujeron su intensidad de carbono en un 5,31%, mientras que los del E7 experimentaron un aumento del 0,04%. Las naciones en rápido proceso de industrialización se enfrentan a grandes retos sin los recursos de los países más desarrollados”, concluye.


- Te recomendamos -