MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
El Gobierno va a proponer a la Comisión Europea reformar el mercado eléctrico combinando las subastas de corto plazo como las actuales con un mercado a plazo de energía y servicios de capacidad y flexibilidad, que permitirán ofrecer un precio final que refleje el coste medio de cada tecnología y que será menos volátil.
Así se recoge en la propuesta que va a remitir España a Bruselas con la intención de marcar su posición en el debate sobre el nuevo sistema de fijación del precio de la electricidad en la que la Comisión empezará a trabajar esta primavera y que fue presentada por la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, al término de la reunión del Consejo de Ministros.
Con este nuevo sistema, que podrá adaptarse a las necesidades de cada país, según el Ejecutivo, se obtendrá una mayor estabilidad del precio de la luz y se terminará con los beneficios extraordinarios a la vez que favorecerá la inversión a largo plazo en proyectos renovables.
Con ello, según explicó Ribera, “queremos que las oportunidades de contar con energía a precios razonables no beneficien exclusivamente a los generadores que han desarrollado las primeras inversiones y reducir la inmensa volatilidad en los precios de la energía que hemos estado viviendo en los últimos meses”.
La propuesta contempla que los contratos a plazo puedan suscribirse por productores renovables, así como por centrales hidráulicas y nucleares, y se basarán en la diferencia con los precios mercados en las subastas.
Por su parte, para las centrales de gas y carbón, la propuesta contempla facilitar la finirme de mecanismos de disponibilidad que faciliten el uso de estas tecnologías en momentos de alta demanda que no puedan cubrirse con renovables. Estos mecanismos también se podrán aplicar para sistemas de almacenamiento y de gestión de la demanda.
Con estas modificaciones, se mejoraría la respuesta del sistema ante situaciones de alta volatilidad y se facilitaría la penetración masiva de las energías renovables y recursos que proporcionen firmeza y flexibilidad al sistema en los próximos años.
El impacto de la reforma en los precios será gradual ya que a medida que se incremente el volumen de energía contratada a plazo, la volatilidad del precio se reducirá. Además, si los precios del gas siguen elevados, el nivel de precio medio también se reducirá.
Para implementar esta reforma es necesario modernizar la directiva del mercado interior, de tal forma que se facilite la introducción de mercados de capacidad que garanticen la seguridad de suministro y el fácil desarrollo de los contratos por diferencias para plantas existentes.
Por último, Ribera recordó que en tanto se lleva a cabo la reforma España solicitará la prórroga del mecanismo ibérico para continuar protegiendo a los consumidores ante los elevados precios del gas natural.
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