Los de David Martín quieren saldar la deuda histórica con el primer Europeo
MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
La selección española masculina de waterpolo afronta este martes 16 de enero de 2024 una fecha que puede ser histórica, ya que se mide a Croacia, la anfitriona de estos Campeonatos de Europa de waterpolo, en la gran final en busca de un primer oro continental, una deuda histórica que los de David Martín quieren saldar.
De esta selección y de este seleccionador se pueden sacar a la luz muchos datos positivos, como que llevan siete medallas ganadas en los últimos ocho grandes torneos o que son una familia con veteranos y jóvenes con hambre insaciable de éxitos. Pero, lo cierto, es que tienen una ‘espinita clavada’ que ya toca quitar.
Nunca ha podido España colgarse una medalla de oro en unos Campeonatos de Europa. En esta ocasión, en Zagreb y ante la anfitriona Croacia, tiene una nueva oportunidad de hacer historia y de sumar un Europeo a los Mundiales (3), Juegos Olímpicos (1), Copa Mundial (1) y Juegos Mediterráneos (3) que ya tiene.
Enfrente no habrá un rival fácil y la piscina Bazeni Mladost de Zagreb será una caldera que pondrá en ebullición el agua a favor, siempre, de los croatas. Hasta ahí llega la lógica. Pero España, con lo hecho en este Europeo, ha demostrado que puede no tener rival si todos nadan en una misma dirección, a bloque.
Así sucedió ante Italia en el partido de semifinales. Un rival que nadie quería. Un rival histórico que viene jugando, en este torneo incluido, un waterpolo muy físico, duro, difícil de aguantar y combatir. Pero los de David Martín, con un gran Unai Aguirre en la portería y una defensa intachable, apearon a los italianos (7-4).
Una victoria que aseguraba, por lo menos, la medalla de plata. España, en los últimos grandes torneos de waterpolo (JJ.OO, Mundiales y Europeos), lleva siete medallas en ocho citas. En la única en la que no pudieron morder presea fue en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, en los que fueron cuartos.
En este campeonato, España ya ha jugado contra Croacia. Y perdió. Fue un 12-14 para abrir la fase de grupos. Un duelo que se decidió en la tanda de penaltis a favor de los croatas (3-5) tras el 9-9 al final del tiempo reglamentario en la piscina Bazen u Gruzu de Dubrovnik, con fallo final de un Álvaro Granados que buscará desquitarse de ello.
Desde entonces, los jugadores de David Martín ganaron a Montenegro (12-14) y Francia (9-6) en esa misma fase preliminar, vapulearon a Rumanía (24-7) en unos plácidos cuartos de final y se cargaron a Italia en unas ‘semis’ ya de por sí históricas.
Pero a los Unai Aguirre, Alberto Munarriz, Álvaro Granados, Marc Larumbe, Roger Tahull o Blai Mallarach, por citar algunos de los ‘tótems’ a las órdenes del gran capitán Felipe Perrone, les falta este oro. Les falta ganar un Europeo que salde una deuda histórica, tachar al campeonato continental de la lista de único torneo no ganado. Y, para ello, deberán cobrarse la revancha ante la anfitriona Croacia.
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