MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
La economía española ha mejorado ligeramente tras la pandemia sus indicadores de productividad y competividad empresarial, pero sigue por debajo de los niveles de países como Alemania o Francia.
Así lo refleja el segundo informe del Observatorio de Productividad y Competitividad en España de la Fundación BBVA.
El estudio pone de manifiesto que la productividad global de la economía española, denominada técnicamente como productividad total de los factores (PTF) crece tras la covid, un 2,71% y un 1,05% en 2022 y 2023, respectivamente, “pero la evolución agregada oculta importantes diferencias sectoriales y entre empresas”.
Pese a las mejoras de los últimos años, España sigue por debajo de la Unión Europea en este parámetro que mide la eficiencia con la que las empresas utilizan el trabajo y el capital acumulado (maquinaria, equipos, activos inmobiliarios, infraestructuras) para generar valor añadido.
En un repaso de los últimos años, los autores señalan que España adolece de una “eficiencia productiva estancada en el último decenio”, con el nivel de la productividad total de los factores (PTF) en 2023 idéntico al de 2013.
España tiene un déficit de productividad agregada detrás del que hay importantes diferencias sectoriales y entre empresas. Frente a sectores y compañías punteras, con niveles de productividad superiores incluso a la media europea, existen otros actores cuyos resultados lastran la productividad del conjunto de España.
El estudio diferencia 23 sectores y destaca que en 11 la productividad decrece entre 2013 y 2023, pero en los otros 12 sus variaciones son positivas. Mientras que la PTF en las industrias extractivas contribuye positivamente al crecimiento del valor añadido bruto (VAB) sectorial (8,03%), en el caso de la rama de suministro de energía eléctrica, que en estos años ha sufrido un shock asociado a la guerra de Ucrania, con oscilaciones importantes en sus precios y con medidas de apoyo y soporte, la productividad tiene un efecto negativo del -7,97% sobre el VAB del sector. Los datos de los últimos años (2020-2023) son más positivos, predominando las contribuciones de la PTF al crecimiento del VAB en una mayoría de sectores (16 de 23).
El Informe analiza las diferencias en productividad de una muestra de más de 400.000 empresas de las que se dispone de la información necesaria de los indicadores de productividad entre 2013 y 2022, constatando que éstas son muy elevadas dentro de cada rama productiva, más incluso que las que existen entre sectores. Las empresas situadas en la frontera de la productividad, las empresas líderes, (el 5% con mayor nivel de PTF en su sector de actividad) se encuentran mucho más alejadas de la mediana que el 5% de las menos productivas.
Según los expertos de la Fundación BBVA, si se consiguiera impulsar la productividad de las empresas situadas en el 40% de las menos productivas, el efecto sería notable en la productividad de la economía española. En concreto, pronostican que la productividad agregada de la economía aumentaría un 4,9% si las empresas rezagadas incrementasen la suya hasta el valor mediano de su sector.
Por sectores de actividad, las mayores ganancias de productividad se darían en la energía y en los servicios (6,4% y 5,8%, respectivamente). En las manufacturas, el sector primario y la construcción, las ganancias de productividad se situarían entre el 3% y el 3,7%. En general, en los sectores más digitalizados es menos frecuente la mayor distancia a la frontera, por lo que el problema de productividad en las empresas rezagadas es menor y las ganancias de productividad potenciales (4,5%) son, por tanto, más reducidas que en las ramas menos digitalizadas (5,6%). En el sector productor de TIC la ganancia sería tan solo del 3,8%.
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