MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha puesto en valor este miércoles el “consenso por la inclusión”, que supuso la aprobación, “sin ningún voto en contra”, de la Ley 19/2021, de 20 de diciembre, por la que se establece el ingreso mínimo vital (IMV), “que ha permitido que llegara a 800.000 familias”.
Así lo ha indicado el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, quien ha comparecido en la Comisión de Hacienda y Función Pública del Congreso para informar sobre las líneas generales de la política de su departamento, entre otros asuntos.
En el turno de portavoces, la diputada del Partido Popular María del Mar González ha arremetido contra Escrivá a quien ha reprochado que se pueden “maquillar las cifras, pero desde luego ha sido un fracaso y un auténtico fiasco”. “Apenas está llegando a 284.000 hogares lejos de los 800.000 fijados inicialmente, lo que significa únicamente un objetivo del 35%”, ha subrayado.
“Este fiasco, además, en la gestión del ingreso mínimo vital ha llevado a tener que solicitar la devolución de lo percibido en los dos años anteriores a familias de escasos recursos que se enfrentan ahora a una deuda considerable a la que no pueden hacer frente”, ha manifestado la portavoz ‘popular’.
En su réplica, el ministro ha contestado que el IMV “hubo que ponerlo en marcha en el año 2020, porque había cinco años que nadie lo había hecho”. Además, ha añadido que en los años 90 en España se decidió que la competencia respecto a la lucha contra la pobreza y en favor de los más vulnerables fuera de las comunidades autónomas.
“Todas las comunidades autónomas tienen, con distintos nombres, un instrumento que es de renta mínima de garantía. Por lo tanto, ha sido competencia autonómica exclusiva hasta el año 2020. Estamos hablando de veintitantos años. Después de veinticinco años de competencia autonómica exclusiva, ¿a cuántas familias ha llegado el ingreso mínimo vital después de 25 años en el conjunto de las comunidades?”, ha planteado.
En este sentido, Escrivá ha destacado la “dispersión” que existe entre las distintas regiones, ya que hay “comunidades autónomas que prácticamente no desplegaron nunca esa política”. “Un caso muy interesante es comparar Galicia y Asturias. Asturias desarrolló una renta mínima potente. Galicia, que está al lado, con una población con renta parecida, con niveles de pobreza relativa parecida, apenas la desarrolló”, ha remarcado.
Asimismo, Escrivá ha asegurado que lo que se acordó con las CCAA respecto al IMV es que “iba a ser un suelo y que después cada comunidad autónoma iba a complementar y construir con sus propias rentas mínimas autonómicas”. “Algunas lo han hecho y lo han hecho bien. Otras han aprovechado la oportunidad para eliminar su propia renta mínima autonómica. Estas son las preguntas fundamentales sobre el ingreso mínimo vital, que yo creo que nos tenemos que hacer todos”, ha manifestado, para después añadir que el ingreso mínimo vital se introdujo en 2020 “por la enorme diferencia de sensibilidad social de las Administraciones autonómicas dependiendo de qué partido y qué Administración esté”.
El ministro ha asegurado que, “como resultado del buen desempeño económico y porque se han creado 1.400.000 puestos de trabajo” desde que se instauró el IMV, “hay personas que tenían el ingreso mínimo vital y que ha salido del ingreso mínimo vital, que es el éxito”. “El que en un momento determinado salgan del ingreso mínimo vital familias debería ser un motivo de satisfacción”, ha zanjado.
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