MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Los pacientes con factores de riesgo, como edad avanzada o inmunodeficiencias, continúan siendo los más vulnerables, y, por ello, se necesitan tratamientos eficaces y seguros que eviten la progresión de la infección, la evolución hacia problemas de salud más graves o el empeoramiento de las comorbilidades asociadas, según ha apuntado el grupo de expertos que ha participado en la segunda edición del Campus COVID-19, con la colaboración de la compañía Gilead Sciences.
Una cita que, como explica el doctor José Luis Piñana, del Hospital Clínico Universitario de Valencia y co-coordinador de la jornada, “es muy importante, puesto que es necesario hacer monográficos del Covid-19 y actualizar los conocimientos”. “Pese a la menor severidad de la infección, todavía hay pacientes mayores con comorbilidades e inmunosuprimidos que sufren una infección y para los cuales se precisa un abordaje diferente al que se hacía al principio de la pandemia”, ha señalado.
“La disponibilidad de fármacos antivirales ha supuesto toda una revolución, pero necesitamos actualizarnos en cómo utilizarlos y a quién prescribirlos. Para ello, este tipo de reuniones nos servirán para perfilar el tipo de pacientes que podrían beneficiarse de un tratamiento antiviral activo y precoz antes de que desarrollen un cuadro severo”, ha añadido el doctor Piñana.
Los datos indican que, desde la vacunación masiva y desde que llegó la variante Ómicron, la mortalidad se ha reducido drásticamente. Sin embargo, el doctor Piñana ha resaltado que “el SARS-CoV-2 sigue circulando entre la población y no parece que obedezca a un patrón estacional”.
“La circulación del SARS-CoV-2 sigue siendo elevada, por lo que, aunque en números relativos veamos una clara mejoría, en números absolutos sigue siendo preocupante. Pese a ello, ahora disponemos de fármacos antivirales que no se ven influenciados por las mutaciones adquiridas por el virus, al contrario de lo que hemos visto con las vacunas y/o anticuerpos monoclonales frente al SARS-CoV-2. Por ello, disponer de estas armas nos da mayor tranquilidad”, ha explicado.
Por su parte, el doctor Miguel Salavert, del hospital Universitario y Politécnico La Fe en Valencia y co-coordinador de esta segunda edición, ha destacado tres objetivos clave que incluyen: “no perder la conciencia de la enfermedad y negar su presencia; saber que el siguiente paso es actuar cuanto antes, dado que las intervenciones terapéuticas ganan eficacia cuando se inician a las pocas horas o días del comienzo de la sintomatología; y, en tercer lugar, dirigir los esfuerzos de concienciación, actuación, precocidad y prevención o tratamiento centrándolos en los pacientes más vulnerables, frágiles, con comorbilidades múltiples descompensadas o inmunocompromidos graves”.
Los expertos han coincidido en que el Covid-19 sigue siendo un problema importante de salud en la sociedad debido a la persistencia del virus y, también, a su gran capacidad para generar variantes nuevas, incluso después de que la pandemia haya terminado. Por este motivo, la detección temprana y el tratamiento precoz son esenciales para reducir la mortalidad y prevenir la aparición del Covid-19 persistente en estos grupos.
“Las vacunas disponibles han conseguido frenar y atenuar la curva epidémica, pero no son suficientes para controlar toda la pandemia ni la actual situación de “goteo endémico” fluctuante. Es verdad que ayudan a disminuir infecciones, gravedad, ingresos y muertes, pero no basta solo con ellas”, ha declarado el doctor Salavert.
En este sentido, el doctor ha recordado que, “en pacientes débiles o inmunocomprometidos las vacunas no son del todo eficaces, no aseguran inmunidad suficiente ni apropiada”. “Junto a las medidas de barrera y control de distancias, junto a la higiene de manos, se hace esencial el empleo precoz y dirigido a los pacientes con más alto riesgo de progresión hacia formas graves de Covid-19 de tratamientos antivirales eficaces, para mejorar su pronóstico y evitar no solo la muerte, sino complicaciones severas y secuelas muy incapacitantes”, ha añadido.
El entorno del Covid-19 es altamente dinámico y está en constante cambio, con un interés continuo y en desarrollo de nuevos fármacos y estrategias para abordar la enfermedad. Por este motivo, la actualización constante es esencial para mantenerse al día en esta área, así como la puesta en marcha de actividades de educación médica continuada y foros de discusión entre investigadores.
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