MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
Endesa registró un beneficio neto de 879 millones de euros en el primer semestre de 2023, lo que supuso un descenso del 4% con respecto a los 916 millones obtenidos en idéntico periodo de 2022 que se explica por la falta de extraordinarios.
Según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), sin tener en cuenta extraordinarios, el beneficio ordinario, que sirve para fijar el dividendo, se eleva un 19,8% en comparación con el año anterior.
El alza se explica fundamentalmente por la evolución al alza del ebitda, que permite compensar los mayores costes financieros, por el incremento de la deuda bruta y la actualización de las provisiones, así como las mayores amortizaciones y provisiones y los mayores impuestos pagados.
Los ingresos de la compañía se redujeron un 11,6 % hasta los 13.121 millones de euros como consecuencia de la caída del precio de la electricidad.
Sin embargo, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) mejoró un 13,2 % y se situó en 2.476 millones de euros.
En términos ordinarios, el Ebitda sube un 27%, al excluir el impacto positivo registrado en 2022 derivado de la venta del 51% del negocio de movilidad eléctrica.
Por otro lado, la inversión total en el semestre creció el 11,7%, hasta los 1.043 millones. Los negocios de redes (40% del total) y renovables (36%), absorbieron tres cuartas partes del total.
Endesa cerró junio con 10,5 millones de clientes eléctricos en España, misma cifra que al cierre del primer semestre del año anterior. De ellos, 6,9 millones están en el mercado libre (un 5% más) y 3,7 millones en el regulado (un 5% menos).
La deuda neta alcanzó los 10.597 millones de euros, lo que supone un descenso del 2,5% respecto a los 10.869 millones contabilizados al cierre de 2022.
La compañía confirma los principales objetivos financieros para el ejercicio: 4.400-4.700 millones de ebitda, 1.400-1.500 millones de resultado ordinario neto y un dividendo por acción en el entorno de un euro.
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