MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
Endesa ha destinado este año 33 millones de euros al refuerzo y mantenimiento de la red de distribución ante el incremento en invierno del consumo derivado de las bajas temperaturas y del impacto que los fenómenos climatológicos adversos como heladas, nevadas, inundaciones o fuertes vientos pueden tener sobre la red eléctrica.
En concreto, la compañía ha revisado a lo largo de 2024 más de 13.000 kilómetros de líneas de media y alta tensión, y ha realizado más de 3.000 inspecciones en subestaciones y 19.000 en centros de distribución, a las que se suman labores de tala y poda alrededor de 12.000 kilómetros de líneas aéreas, según el balance de actuaciones de la campaña invernal publicado este jueves por Endesa.
Con 319.000 kilómetros de red, muchos de ellos aéreos, distribuidos por una extensión cercana a los 195.500 kilómetros cuadrados, la infraestructura eléctrica gestionada por e-distribución, la filial de redes de Endesa, está expuesta a las inclemencias climáticas a las que se hace frente con inversiones para reforzar y digitalizar la red y planes de emergencia para hacer frente a fenómenos climatológicos extremos.
Durante la dana del pasado octubre, e-distribución movilizó más de 800 trabajadores para atender las incidencias y reponer cuanto antes el servicio en diversos puntos afectados por el temporal en Andalucía, Extremadura, Cataluña, Aragón y Baleares, zonas en las que gestiona la red de distribución. Durante este episodio meteorológico se utilizaron más de 40 grupos electrógenos para devolver la luz a las localidades en las que las dificultades de acceso retrasaban las reparaciones.
Solo un año antes, la borrasca Bernard, con vientos de más de 140 kilómetros por hora, derribó 287 torres eléctricas, rompió más de 300 cables y provocó la caída de 98 árboles sobre las infraestructuras eléctricas de la red de e-distribución en Andalucía, otro ejemplo del impacto que los fenómenos meteorológicos cada vez más extremos tienen en la red eléctrica.
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