MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
La mayor exposición al sol y la realización de actividades al aire libre durante el verano han producido un incremento de consultas en el área de Oftalmología, relacionadas tanto con la sobreexposición al sol, como con el uso del aire acondicionado o el baño en playas y piscinas, según han señalado expertos de HM Hospitales.
A este respecto, el jefe de servicio de Oftalmología de HM Hospitales en la provincia de Málaga, Miguel Cordero, ha destacado uno de los problemas más frecuentes, la conjuntivitus, como consecuencia de los baños en piscinas, la sobreexposición al sol y al polen y las altas temperaturas. Los síntomas de esta afección incluyen enrojecimiento, picor, molestias y secreción ocular, por lo que ha recomendado evitar el contacto con alérgenos y mantener una adecuada higiene ocular.
Por otro lado, el uso inadecuado de lentillas puede aumentar el riesgo de padecer queratitis. “Se produce una inflamación de la córnea que puede tener diversas causas, y que en todo caso puede agravarse y/o precipitarse por un uso prolongado, así como por la exposición excesiva a los rayos solares y a los productos químicos presentes en el agua de las piscinas. Es fundamental usar gafas de sol con protección UV y limitar el uso de lentillas en piscinas y playas”, ha destacado el oftalmólogo.
Además, el clima seco y caliente de los meses de verano, junto con el uso prolongado de aire acondicionado en viviendas y vehículos, puede agravar los síntomas del síndrome del ojo seco. Esta patología afecta a personas de todas las edades y se produce cuando el ojo no produce suficientes lágrimas de calidad o estas se evaporan rápidamente. Entre sus síntomas, sensación de irritación, ardor, secreción y dificultad para abrir los ojos al despertar y, en casos severos, dolor y visión borrosa. Para prevenirlo, Cordero ha aconsejado el uso de lágrimas artificiales, evitar la exposición directa al viento y al aire acondicionado, mantener una adecuada hidratación y puede ser útil el uso de humidificadores.
Por otra parte, utilizar gafas de sol adecuadas con protección UV y sombreros que tapen la zona de los ojos puede ayudar a prevenir la fotoqueratitis, también conocida como “quemadura ocular”. Se trata de una lesión superficial de la córnea causada por la exposición excesiva a la luz ultravioleta que puede causar dolor intenso, sensación de arena en los ojos y fotofobia.
A todas estas patologías, se suman las consultas relacionadas con traumatismos oculares. Las actividades deportivas y recreativas aumentan el riesgo de sufrir traumatismos oculares. “Lesiones causadas por objetos, caídas o golpes pueden dañar seriamente nuestra visión. Para evitarlos, debemos usar protección ocular adecuada durante la práctica de deportes y actividades al aire libre para evitar estos incidentes”, ha resaltado.
Por último, Cordero ha insistido en la importancia de realizar revisiones oftalmológicas periódicas y consultar a un especialista en caso de apreciar alguno de los síntomas comentados.
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