La ONG sigue constatando graves dificultades para trabajar pero reconoce mejoría en la atención a los heridos durante los últimos días
MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Los equipos de cirujanos de Médicos sin Fronteras (MSF) han operado solo en una semana a 240 pacientes con heridas derivadas de los combates entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en la capital del país africano, Jartum.
Todos los pacientes presentaban “diversos tipos de traumatismos”, la mayoría por “heridas de bala o lesiones provocadas por las explosiones que causan los continuos ataques aéreos y bombardeos que se están produciendo en zonas urbanas de la capital”, según ha hecho saber la organización en un comunicado.
MSF lamenta una vez más las graves dificultades que atraviesan los centros médicos del país para seguir trabajando, bien por daños materiales o falta de personal, dado que “muchas personas han huido y las que se han quedado tienen grandes dificultades para desplazarse de forma segura por la ciudad”.
El Hospital Universitario de Bashair, en el sur de Jartum, fue uno de esos centros médicos que tuvieron que cerrar por completo durante un tiempo. “Cuando nuestro equipo quirúrgico llegó al sur de Jartum, nos encontramos con un hospital en el que la gente se está dejando la piel y asumiendo verdaderos riesgos”, ha avisado el coordinador de Emergencias de MSF, Will Harper.
Médicos y enfermeras, ayudados por un grupo de jóvenes de la comunidad, tomaron la decisión de intentar volver a poner en marcha este hospital después de que se cerrara y de que el personal se marchara para ponerse a salvo.
Ahora mismo, no obstante, las negociaciones abiertas entre ambos bandos en Arabia Saudí parecen haber tenido un efecto positivo. “La situación está mejorando”, ha añadido el médico de MSF Hisham Eid, médico de MSF, “y podemos atender a muchos pacientes con eficacia”.
MSF constata también progresos en los cuidados postoperatorios, el control de infecciones y todas esas cuestiones que suponen un reto en cualquier hospital cotidiano y que son especialmente difíciles cuando hay restricciones de agua, electricidad y de suministros médicos, según Harper.
CUATRO INTERVENCIONES MAYORES AL DÍA
Desde que el equipo de MSF empezó a trabajar en el hospital el 9 de mayo, se han realizado más de 240 intervenciones quirúrgicas, entre ellas unas cuatro intervenciones mayores al día. Los casos complejos y críticos representan una proporción significativa del total de pacientes con necesidades urgentes.
“Hemos atendido a múltiples pacientes con heridas de bala y de arma blanca que estaban muy graves y que no habrían sobrevivido sin una intervención quirúrgica”, explica el cirujano de MSF Shahzid Majeed. “Muchos presentaban heridas en el tórax, el abdomen, el hígado, el bazo, el riñón y el intestino. También hemos realizado aquí cirugía reconstructiva vascular, sin la cual los pacientes habrían muerto o habrían perdido algún miembro”, ha añadido.
MSF y otras organizaciones han estado donando suministros médicos a los hospitales de Jartum y de otras áreas a partir de las reservas que ya había en el país, pero los retrasos en la llegada de los suministros a Sudán y a las zonas donde más se necesitan -tanto logísticos como administrativos- suponen un grave problema.
“La obtención de combustible para hacer funcionar los generadores es una de las principales preocupaciones, ya que el suministro eléctrico, en el mejor de los casos, es intermitente. En otros, simplemente inexistente”, lamenta la ONG.
“El conflicto no tiene visos de terminar por el momento, por lo que es necesario que lleguen más suministros y más personal médico a las zonas más necesitadas para garantizar que las personas que están sufriendo los efectos de la violencia o que han resultado heridas tengan acceso a una atención médica que pueda salvarles la vida”, remacha la ONG.
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