Las RSF acusan al Ejército de aliarse con elementos del régimen de Al Bashir para “socavar la revolución popular”
MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
Un miembro del antiguo régimen de Omar Hasán al Bashir buscado por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por supuestos crímenes de guerra ha escapado de prisión en el marco de los combates que estallaron el 15 de abril entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
Ahmed Harun, un exministro del Interior sudanés acusado de crímenes de guerra durante el conflicto en Darfur, se encontraba encarcelado en la prisión de Kober, en la capital, Jartum, instalaciones en las que se habría registrado una fuga de presos a principios de esta semana.
El propio Harun ha indicado en un mensaje de audio que “a petición de las fuerzas que quedaban de la seguridad de prisión, nos hemos trasladado a otra ubicación bajo una guardia limitada de no más de tres personas”. La liberación tuvo lugar tras una protesta en Kober por la falta de agua y electricidad.
Asimismo, ha indicado que la decisión fue adoptada “con la esperanza de que las autoridades prisiones obtuvieran una orden judicial para liberarlos, lo que no fue posible”, tal y como ha recogido el portal sudanés de noticias Sudan Tribune. Harun ha subrayado que está dispuesto a comparecer ante las autoridades judiciales cuando tengan las capacidades para asumir los procedimientos.
Harun ha confirmado además que entre los liberados figura el exvicepresidente Alí Osman y ha hecho un llamamiento a apoyar al Ejército en sus combates con las RSF, lo que ha sido inmediatamente criticado por las fuerzas paramilitares, que ha acusado a las Fuerzas Armadas de aliarse con elementos del antiguo régimen de Al Bashir.
Las RSF han indicado en un comunicado publicado en su cuenta en la red social Twitter que “los líderes golpistas prepararon planes para crear contextos que azuzaran una guerra para crear justificaciones de seguridad que permitieran la liberación de prisión de los líderes del difunto régimen (de Al Bashir) para completar su proyecto terrorista extremista al volver al poder”.
“Hemos advertido desde el primer día del estallido de la guerra y afirmado con pruebas concluyentes que la cúpula de las fuerzas golpistas ha vuelto a brazos de la organización extremista (en referencia al partido de Al Bashir)”, han afirmado, antes de sostener que las palabras de Harun “demuestran de forma clara estos hechos”.
En este sentido, han reiterado que el Ejército y “sus socios en el difunto régimen” buscan “socavar la revolución popular”. “Prometemos a nuestro pueblo que no daremos marcha atrás en nuestra promesa de proteger su gloriosa revolución (de 2019, cuando fue derrocado Al Bashir), derivando en un mandato verdaderamente democrático”.
“Ha empezado una nueva revolución, encabezada por las RSF, para completar la gloriosa Revolución de Diciembre para expulsar al régimen sedicioso y salvar al pueblo sudanés de las garras de la opresión, el extremismo y el terrorismo”, han dicho, antes de prometer “defender la revolución hasta la última gota de sangre”.
EL EJÉRCITO NIEGA PAPEL ALGUNO
En respuesta, las Fuerzas Armadas han publicado un comunicado en Twitter en el que ha recalcado que “el Ejército no tiene interés en liberar a presos de las cárceles, ya que eso pondría en riesgo la seguridad de la población”.
“Algunas prisiones han registrado disturbios durante los últimos días, empezando por la irrupción de la milicia rebelde (en referencia a las RSF) en Al Huda, Soba y la prisión femenina de Omdurmán, forzando a la policía de prisiones a liberar presos tras matar y herir a varios empleados”, ha dicho.
Así, ha indicado que esto se suma “al comportamiento de la administración de la prisión de Kober, que ha liberado a presos por la interrupción de los servicios de agua y luz”. “Esto ha creado una amenaza adicional a la seguridad y la tranquilidad pública en Jartum y se teme que pueda expandirse a otros estados”, ha añadido.
“No tenemos relación alguna con las afirmaciones de ningún grupo o individuo liberado de estas prisiones, incluidas las palabras de Ahmed Harun”, ha recalcado. Sobre Harun pesan 20 cargos por crímenes contra la humanidad y 22 por crímenes de guerra, si bien las autoridades se negaron a entregarle al TPI argumentando que tenían capacidad para juzgarle por sus actos en el marco del conflicto en la región de Darfur.
Por ello, ha hecho hincapié en que “la rebelión de la milicia RSF es la principal causa de esta compleja situación, especialmente en lo relativo a la continuidad de los servicios, dado que tienen en su poder a ingenieros y evitan o les obligan a que saboteen instalaciones”.
Las informaciones sobre la salida de prisión de Harun llegan días después de que Al Bashir, quien también estaba encarcelado en Kober, fuera trasladado a un hospital militar ante los combates en la zona.
El propio Ejército sudanés ha confirmado que Al Bashir ha sido trasladado a un hospital y ha incidido en que se encuentra “bajo vigilancia de la Policía Judicial”. Junto a él están otros cuatro antiguos altos cargos de su régimen, en pie entre 1989 y 2019.
Igualmente, Jartum se negó a entregar a Al Bashir al TPI y le condenó por corrupción. Asimismo, estaba siendo juzgado en el país por su papel en el golpe de Estado militar de 1989, que le aupó al poder, sin que se hayan abierto procedimientos contra él por crímenes de guerra y contra la humanidad.
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