MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha enfatizado este martes que bajo su administración “no es necesario” invadir tierras, que se hará una reforma agraria y se fomentarán las pequeñas y medianas propiedades, todo ello a través de programas de apoyo y de competencias.
“Es sencillo. No es necesario el ruido, no hay necesidad de guerra. Se necesita tener competencias y capacidad de ocupación”, ha dicho Lula, quien ha tendido puentes entre los grandes productores y los pequeños y medianos, a los cuales ha prometido “fortalecer” al mismo tiempo que se continúa con la reforma agraria.
“Vamos a fortalecer las pequeñas y medianas propiedades, la agroindustria, vamos a continuar con la reforma agraria porque donde se necesite gente, ahí habrá”, ha dicho Lula, quien ha pedido seguir los cauces legales para tomar el control de las tierras improductivas.
Por otro lado, Lula ha zanjado que desde el punto de vista económico, su gobierno “no tiene problema ninguno” con la agroindustria, aunque sí ha reconocido que podría haber diferencias desde una perspectiva “ideológica”, por lo que a pedido “paciencia” a las partes para poder trabajar.
“Nunca tuve problemas, goberné ocho años, ellos saben todo lo que hicimos por ellos, saben que actuamos con mucha responsabilidad con el salto de calidad que dio la agricultura brasileña gracias a las inversiones que hicimos”, ha destacado en una entrevista para el portal de noticias Brasil 24/7.
Después de una serie de invasiones que se produjeron hace unos meses por parte del Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra (MST), el Gobierno de Lula ha intentado acoger las demandas de uno de sus principales caladeros de apoyos y al mismo tiempo no desagradar en exceso al sector de la agroindustria debido a su fuerte presencia en un Congreso en el que la oposición es mayoría.
El responsable de gestionar todo esto, es el ministro de Agricultura, Carlos Fávaro, quien esta semana criticó la invasión que se produjo de varias propiedades como parte del conocido como Abril Rojo, en el que el MST reivindica sus derechos a trabajar la tierra con este tipo de acciones para recordar la masacre de una veintena de agricultores cometida por la Policía en abril de 1996.
“El programa de apoyo a la reforma agraria tiene las puertas abiertas. No es necesario movimientos radicales a través de la invasión de tierras improductivas. Tenemos una ley que prohíbe eso. Las tierras que se invadan no se pueden acoger a la reforma agraria. La Justicia ordena que sea repuesta”, explicó el ministro.
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