MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
El 93% de los casos de delitos cometidos contra especies silvestres en España no son juzgados y acaban impunes, por lo que una medida para atajar ese problema es aumentar la especialización ambiental de los jueces y crear tribunales especializados.
WWF hizo esas consideraciones este jueves coincidiendo con la última de las dos jornadas de la 20ª conferencia anual del Foro de Jueces para el Medio Ambiente de la UE (EUFJE), celebrada en Barcelona.
Según datos oficiales obtenidos a partir de peticiones de información a las comunidades autónomas a través del proyecto europeo SWiPE (Persecución exitosa de los delitos contra las especies silvestres, por sus siglas en inglés), entre 2015 y 2020 se detectaron 4.902 casos de delitos cometidos contra especies silvestres en España, que supusieron la muerte de al menos 8.784 animales.
“Esto es solo la punta del iceberg del problema, ya que la mayoría de casos no se detectan: por ejemplo, se estima que tan solo uno de estos delitos (el uso de veneno en el campo) supone la muerte de alrededor de 10.000 animales cada año, y que solo salen a la luz el 10% de esos casos”, según WWF.
Los delitos contra la fauna salvaje son devastadores para la biodiversidad, especialmente cuando afectan a especies amenazadas. El uso de veneno, la caza y la pesca ilegales, el empleo de métodos de captura prohibidos o el tráfico de especies suponen un grave riesgo para estas especies, y en muchos casos están relacionados con el crimen organizado u otros delitos, como el tráfico de drogas.
Pese a la gravedad de estos delitos, existe una alta impunidad, pues el 93% de los casos no son juzgados (de los 4.902 casos entre 2015 y 2020, solo llegaron a sentencia 327).
Las sentencias más frecuentes fueron por posesión de artes de caza y pesca ilegales (213), compraventa ilegal de fauna (32) y uso de veneno (26). Los crímenes más frecuentes son el uso de veneno (1.899 casos) y la caza furtiva (1.773).
La impunidad es especialmente elevada en los casos de caza ilegal: solo un 0,8% de los casos registrados acabaron en una sentencia judicial.
‘SEPRONA’ JUDICIAL
Una de las conclusiones obtenidas en el marco del proyecto SWiPE es que la especialización de jueces en medioambiente es indispensable para hacer frente a estos crímenes.
“Los crímenes contra la vida salvaje no son delitos menores, pero las administraciones públicas siguen tratándolos como tal”, asegura Silvia Díaz, técnica del Programa de Especies de WWF España y coordinadora del proyecto SWiPE.
Díaz añadió: “Aunque se ha avanzado mucho en los últimos años, el alto grado de impunidad que existe en nuestro país y el estado crítico de la biodiversidad a nivel global, nos demuestra que queda mucho por hacer”.
El juez es una pieza fundamental en la persecución de los delitos contra la vida silvestre. En España, existe especialización en medio ambiente de la Fiscalía y de la Guardia Civil (el Seprona). Sin embargo, los jueces, que están en lo alto de la pirámide judicial no tienen aún esa especialización, lo que supone un retraso a la hora de enjuiciar estos tipos de delitos, según WWF.
Esto no ocurre en otros países europeos, como Suecia, Finlandia, Francia, Bélgica y Malta. “De ahí que sea necesario crear ‘el Seprona’ de los jueces en España”, recalcó Díaz.
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