Laia Costa, ganadora de un Goya, afirma que la profesión es “como el surf”: “Sube la ola y estás en la cresta pero luego se baja”
MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
Elena Trapé estrena este viernes 2 de junio en cines su nueva película, ‘Els Encantats’, en la que “anestesia emocionalmente” a Laia Costa, quien encarna a una madre que oculta el sufrimiento que padece al separarse de su hija, pese a intentar huir de ese sentimiento ‘inexplorado’ en el cine.
“No diría que jamás se ha tratado este sentimiento pero tengo la sensación de que ahora se nos están explicando historias cotidianas desde lugares diferentes. Hay una reflexión desde un lugar nuevo y al final los temas siempre son los mismos y la entrada de nuevas narradoras nos traen otro punto de vista”, ha admitido la directora en una entrevista con Europa Press.
Trapé ha afirmado que un aspecto diferente de su película es que ha situado las emociones en el “eje central” de la cinta y confía en que el público “conecte” con el cambio de vida que protagoniza Laia Costa porque “cualquiera ha vivido momentos de crisis en algún momento de la vida”.
“Es una historia en la que tienes que empezar de cero, donde tienes que averiguar quién eres y experimentan cosas que creías que sucederían y no lo hacen. Son momentos de crisis que todos hemos vivido en algún momento de nuestra vida”, ha detallado.
La película se ha estrenado en el Festival de Málaga, una cita que ha servido para que Trapé experimente como el público se “emociona” y acapara buenas palabras de un público más amplio del que se hubiera “imaginado”. “Es muy bonito que la gente se emocione y te diga que le ha gustado la historia. No es un tema de mujeres porque ha habido hombres de distintas edades a los que les ha gustado el tema”, ha asegurado.
Respecto a la temática, Laia Costa en declaraciones a Europa Press considera que se trata de una temática “de segunda”, aunque aclara que es una trama “muy interesante” pero “no es la típica historia de amor o desamor”.
“Hablamos de anestesia emocional, de no asumir que tenemos tristeza y que simplemente nos tenemos que quedar sentados tristes y llorando tres días, de querer hacer lo que socialmente se supone que está bien. Nadie quiere estar triste, nadie quiere parar y sentarse y asumir que la tristeza nos va a invadir a muchos”, ha explicado.
La actriz, preguntada acerca de por qué los sentimientos cotidianos no se ven reflejados en el cine, comenta que es porque hay “jerarquía” de temas y se ensalzan los asuntos de “moda”, mientras que hay otros que son “tabú”. “Hay algunos temas que pueden parecer pequeños o banales pero que si rascas hay una serie de cadenas emocionales, de herencia cultural y de cómo está la sociedad montada”, ha afirmado.
“Elena Trapé habla de una herida pe no quiere mirar más allá de ella, sino quiere ir al fondo de esa herida. Y siento que cuando vas tan al fondo de las cosas llegas a conclusiones que de otro modo no puedes hacer”, ha indicado Laia Costa.
EL ÉXITO TRAS GANAR EL GOYA
Laia Costa ha reconocido que le gusta aceptar papeles de personajes “profundos” porque llega a lugares que le “alimentan”, pese a que no sean “espejos directos” de su vida. “Siento que me llevo más cosas de un personaje cuando lo habito por completo”, ha asegurado.
La actriz ganó el pasado mes de febrero el Goya a mejor actriz por su papel en ‘Cinco Lobitos’. Pese al éxito cosechado, especialmente tras el galardón, la actriz afirma que la profesión es “como el surf”.
“De golpe sube la ola y estás en la cresta y eres maravillosa y todo es perfecto y todo lo que tocas es oro. Pero dame dos años para bajar la ola y de golpe cambiarán las cosas. Hay gente que también ha estado en la cresta de la ola y de repente desaparecen”, ha manifestado.
Laia Costa lleva cuatro años trabajando solo con mujeres directoras, aunque matiza que “no es algo programado ni pensado” y niega que ahora tenga el “poder” de elegir con quién trabajar. “Las cosas me han pasado de forma aleatoria pero me han enriquecido muchísimo”, ha precisado.
Por último, la actriz no cree que la industria española haya sido “injusta” con ella, pese a que su trabajos se vieron y se valoraron antes en Europa que en España. “Todo lo que me ha pasado ha sido de forma orgánica. Mi progreso ha sido de ir haciendo cosas y creo que el elemento de la suerte es muy determinante en la profesión”, ha sentenciado.
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