MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
El calentamiento global acelerará el deshielo del permafrost -capa permanentemente congelada- y conducirá a una intensificación abrupta de los incendios forestales en las regiones subárticas y árticas del norte de Canadá y en Siberia.
Ese es el resultado de nuevas simulaciones de modelos informáticos climáticos realizadas por un equipo internacional de científicos del clima y expertos en permafrost, y dadas a conocer en un estudio publicado este martes en la revista ‘Nature Communications’.
Las tendencias observacionales recientes sugieren que las condiciones cálidas y excepcionalmente secas ya han intensificado los incendios forestales en la región del Ártico.
Para comprender y simular cómo el calentamiento antropogénico futuro influirá en la ocurrencia de incendios forestales, conviene considerar el deshielo acelerado del permafrost porque controla fuertemente el contenido de agua del suelo, un factor clave en la quema de incendios forestales.
Los modelos climáticos recientes no han tenido en cuenta plenamente la interacción entre el calentamiento global, el deshielo del permafrost en las altas latitudes del norte, el agua del suelo y los incendios.
El nuevo estudio utiliza datos sobre el permafrost y los incendios forestales generados por uno de los modelos de sistemas terrestres más completos: el Community Earth System Model. Es el primer modelo de este tipo que captura la relación entre el agua del suelo, el permafrost y los incendios forestales de forma integrada.
50 SIMULACIONES
Para separar mejor el efecto antropogénico del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero de las variaciones naturales del clima, los científicos utilizaron un conjunto de 50 simulaciones del pasado al futuro que abarcan entre los años 1850 a 2100, realizado por científicos del Centro de Física del Clima del IBS en Busan (Corea del Sur) y el Centro Nacional de Investigación Atmosférica en Colorado en Boulder (Estados Unidos).
Con este enfoque de modelado de conjuntos, el equipo demostró que el deshielo antropogénico del permafrost en las regiones subártica y ártica será bastante extenso en la segunda mitad del siglo XXI.
En muchas áreas, el exceso de agua del suelo puede drenar rápidamente, lo que conduce a una caída repentina de la humedad del suelo, el consiguiente calentamiento de la superficie y el secado atmosférico. “Estas condiciones intensificarán los incendios forestales”, afirma In-Won Kim, autora principal del estudio e investigadora postdoctoral en el Centro de Física del Clima del IBS en Busan.
Kim añade: “En la segunda mitad de este siglo, nuestras simulaciones de modelos muestran un cambio abrupto de prácticamente ningún incendio a incendios muy intensos en tan solo unos pocos años”.
Estas tendencias futuras se verán exacerbadas aún más por el hecho de que es probable que la biomasa vegetal aumente en las zonas de latitudes altas por el aumento de las concentraciones atmosféricas de CO2, lo que proporciona combustible adicional para los incendios.
“Los incendios forestales liberan dióxido de carbono, carbono negro y orgánico a la atmósfera, lo que puede afectar al clima y retroalimentar los procesos de descongelación del permafrost en el Ártico”, recalca Axel Timmermann, coautor del estudio y profesor de la Universidad Nacional de Pusan (Corea del Sur).
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