El grupo rebelde responsabiliza al “régimen de Tshisekedi” del ataque y traslada sus “más profundas condolencias” a la población
El presidente del país condena el ataque y apunta a Ruanda, que está “presente de forma ilegal en suelo congoleño”
MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
Al menos ocho personas han muerto y varias han resultado heridas este jueves por una serie de explosiones registradas en la ciudad de Bukavu, situada en el este de República Democrática del Congo (RDC), tras un acto del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), que se hizo recientemente con el control de la localidad.
Fuentes cercanas al asunto han indicado en declaraciones al diario ‘Le Potenciel’ que de momento se han podido confirmar ocho fallecidos, si bien la cifra podría ser superior. Asimismo, han señalado que las explosiones han tenido lugar en un clima de “creciente tensión política” en la zona.
Las autoridades de Bukavu, capital de la provincia de Kivu Sur, han desplegado a las fuerzas de seguridad para controlar la situación y asegurar el perímetro tras las explosiones, que se han producido en medio de la multitud. Así, han explicado que están tomando las medidas necesarias para determinar el origen de las deflagraciones y hallar a los responsables.
Testigos citados por el portal congoleño de noticias Actualité apuntaban preliminarmente a la presencia de cuatro muertos y seis heridos durante el acto, que ha tenido lugar en la plaza de la Independencia, donde ha dado un discurso Corneille Nangaa, líder de la Alianza del Río Congo (AFC), encabezada por el M23.
Por su parte, el M23 ha mostrado en un comunicado sus “más profundas condolencias a la población de Bukavu” por este “atentado terrorista perpetrado por Felix Tshisekedi sus cómplices”. Con estas palabras se ha referido al presidente congoleño, al que ha acusado a las fuerzas del “régimen de Kinshasa” de “atacar a la población de Bukavu durante un encuentro popular organizado por la Alianza del Río Congo”.
“La orden de masacrar el pueblo de Bukavu fue dada por Tshisekedi”, ha indicado el M23 en un comunicado en el que ha garantizado que “este acto de barbarie no quedará sin respuesta”. “Pedimos a la comunidad internacional (…) sacar todas las conclusiones posibles de este acto despreciable y odioso del régimen de Kinshasa”.
Asimismo, ha lamentado la presencia de “numerosos muertos y heridos” a causa de las explosiones y ha pedido a la población “guardar la calma” y volver a sus “tareas habituales con tranquilidad.
TSHISEKEDI APUNTA A RUANDA
Por su parte, el presidente del país ha condenado el “ataque terrorista” en Bukavu y ha apuntado al Ejército de Ruanda como responsable de las explosiones. Tshisekedi ha expresado así su “solidaridad” con las víctimas y sus “condolencias”.
En este sentido, ha afirmado que se trata de un “ataque atroz perpetrado por las Fuerzas Armadas de un país extranjero que está presente de forma ilegal en suelo congoleño”, según ha recogido el portal de noticias Mediacongo.
El M23, que se hizo con el control de Bukavu el 14 de febrero tras avanzar desde la capital de Kivu Norte, Goma, en el marco de su ofensiva en el este de RDC, publicó previamente un vídeo en su cuenta en la red social X en el que se veía a miles de personas concentradas en la plaza para escuchar el discurso de Nangaa.
“La población de Bukavu ha respondido masivamente al encuentro popular de la Alianza del Río Congo (AFC) de este 27 de febrero de 2025, reafirmando su apoyo a la visión de paz, justicia y reconstrucción defendida por Corneille Nangaa”, manifestó entonces el grupo.
El M23, integrado principalmente por tutsis congoleños, ha logrado importantes avances territoriales durante las últimas semanas, una ofensiva que ha llevado a RDC a acusar directamente a Ruanda de desplegar tropas en su territorio para apoyar las operaciones del M23, en medio de llamamientos regionales a un alto el fuego y un proceso de paz.
Por su parte, las autoridades ruandesas acusan al Gobierno de RDC de reprimir a los tutsis congoleños, que suponen una minoría en el este del país africano, con apoyo de grupos armados como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) –fundada por hutus huidos tras el genocidio en Ruanda en 1994– y otras milicias locales.
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