MADRID, 25 (SERVIMEDIA)
España se convirtió el año pasado en el sexto país de la UE que más aumentó su consumo de energía final y el octavo en cuanto al de energía primaria con respecto a 2021, según Eurostat.
El consumo de energía final es la empleada por usuarios como los hogares, la industria y la agricultura. Es la energía que llega a la puerta del consumidor final y excluye la utilizada por el propio sector energético y los combustibles transformados en las centrales eléctricas.
Por su parte, el consumo de energía primaria mide la demanda total de energía de un país. Abarca el consumo del sector energético, las pérdidas durante la transformación (por ejemplo, de petróleo o gas en electricidad) y distribución de energía, y el consumo final de los usuarios finales. Excluye los portadores de energía utilizados para fines no energéticos (como el petróleo no utilizado para la combustión, sino para la producción de plásticos).
Según Eurostat, el consumo de energía final alcanzó el año pasado 940,47 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtep), un 2,8% más respecto a 2021. Se alejó un 23,3% del objetivo de 2030, fijado en 763 Mtep.
El nivel de 2022 es similar al de 1995, cuando el consumo de energía final también fue de 940,41 Mtep. El mínimo histórico llegó en 2020 (906,31), que es cuando estuvo a un 18,8% del objetivo para 2030.
España es uno de los seis países donde subió ese consumo en 2022, con un 1,1% más, por detrás de Malta (18,6%), Chipre (7,7%), Portugal (6,6%), Grecia (6,3%) e Irlanda (4,7%).
Las mayores caídas se registraron en Luxemburgo (-9,6%), Países Bajos (-7,1%), Eslovaquia (-7,0%), Bélgica (-6,8%) y Finlandia (-6,4%).
ENERGÍA PRIMARIA
Por otro lado, el consumo de energía primaria en la UE alcanzó 1.257,08 Mtep en 2022, un 4,1% menos en comparación con 2021, pero a un 26,7% del objetivo de la UE de 992,5 Mtep para 2030.
Tras el descenso registrado en 2020 por al impacto de la pandemia de la covid-19 en todos los sectores, el consumo de energía primaria de la UE volvió a aumentar en 2021. En 2022 hubo mejores resultados que en 2019, cuando fue de 1.354 Mtep (a un 36,5% de del objetivo para 2030).
Aunque el consumo de energía primaria aumentó el año pasado, esos 1.309 Mtep fueron el segundo nivel más bajo desde 1990 (primer año del que se dispone de datos), solo por detrás de 2020 (1.235 Mtep).
Los 1.257 Mtep registrados el año pasado en el consumo de energía primaria de la UE suponen el segundo nivel más bajo desde 1990 -año en que empieza la serie histórica de Eurostat- y solo por detrás desde 2020 (1.236 Mtep). Por el contrario, el máximo histórico se produjo en 2006, con 1.511 Mtep (un 52,3% lejos del objetivo de 2030).
Nueve países comunitarios aumentaron el consumo de energía primaria durante el año pasado respecto a 2021, entre ellos España (0,24%), que se sitúa en la octava posición. Por delante están Malta (15,6%), Chipre (7,4%), Portugal (6,4%) y Estonia (6,1%).
En cambio, los mayores descensos se produjeron en Luxemburgo (-9,3%), Francia (-8,0%), Países Bajos (-7,7%), Bélgica (-7,2%) y Rumanía (-6,3%).
- Te recomendamos -