MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
La erupción explosiva del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’apai (en el Estado insular de Tonga, ubicado en el Pacífico), ocurrida el pasado mes de enero, incrementó potencialmente en más de un 5% la cantidad de vapor de agua en la estratosfera al liberar al menos 50 millones de toneladas.
Este episodio probablemente inició una respuesta atmosférica diferente a la de grandes erupciones volcánicas anteriores bien estudiadas, según una investigación realizada por investigadores de instituciones de Australia, Estados Unidos y Francia, y publicada este jueves en la revista ‘Science’.
Aunque raras, las grandes erupciones volcánicas pueden expulsar grandes cantidades de gases, cenizas y otras partículas a la atmósfera, donde pueden influir en la química y la dinámica de la estratosfera durante varios años.
Además de ceniza, los gases que contienen azufre a menudo se consideran los más importantes inyectados en la estratosfera y pueden provocar una disminución de la temperatura del clima global y una destrucción acelerada del ozono.
Si bien se cree que la inyección directa de vapor de agua podría ayudar a moderar los impactos climáticos de los aerosoles volcánicos, generalmente no se considera que las erupciones volcánicas sean una fuente importante de vapor de agua estratosférico. Incluso las erupciones más grandes del siglo pasado solo han resultado en inyecciones menores de vapor de agua.
Sin embargo, Holger Vömel, del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica (Estados Unidos), y sus colegas apuntan que la erupción hidromagmática del Hunga Tonga-Hunga Ha’apai fue bastante diferente.
Usando mediciones ‘in situ’ de radiosondas transportadas por globos meteorológicos de gran altitud, Vömel y los coautores del estudio señalan que esa erupción liberó una cantidad masiva (al menos 50 teragramos) de vapor de agua directamente en la estratosfera, lo que aumentó potencialmente el vapor de agua estratosférico en al menos un 5% en promedio global.
Los autores sugieren que mayores cantidades de vapor de agua estratosférico podrían contribuir al enfriamiento estratosférico y al calentamiento de la superficie en los próximos meses, y que estos efectos podrían persistir más que los causados por los aerosoles liberados, que tienden a salir de la estratosfera a través del asentamiento gravitacional.
- Te recomendamos -