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El treparriscos ha sido seleccionado como Ave del Año 2025 en España mediante votación popular

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MADRID, 09 (SERVIMEDIA)

La votación para elegir a la protagonista de la campaña Ave del Año 2025 de SEO/BirdLife ha concluido con el treparriscos como especie ganadora.

Esta organización desarrolla esa campaña desde 1988 para llamar la atención sobre la situación de algunas especies de la avifauna española, con lo que la ONG pone el foco cada año sobre una especie para concienciar sobre su declive poblacional o porque sus hábitats presentan amenazas relevantes para su conservación. Hasta ahora, 36 especies han obtenido esta distinción.

El treparriscos ha ganado la votación abierta y participativa con 2.573 votos (un 36,8% del total), por delante del ruiseñor pechiazul (2.334 votos, un 33,9%) y el gorrión alpino (2.022, 29,3%).

El treparriscos (‘Tichodroma muraria)’, es una de las aves más llamativas de la avifauna española, aunque también una de las más esquivas. Su coloración, predominantemente pizarrosa, le hace pasar inadvertido hasta que levanta el vuelo desplegando sus anchas alas redondeadas de un llamativo color bermellón.

Se trata de un ave inconfundible, de vuelo ondulado y espasmódico como el de una enorme mariposa. Como su nombre vernáculo (treparriscos) y científico indican, esta ave está íntimamente ligada a los cortados rocosos en zonas de montaña.

Se trata de un ave insectívora, que consume todo tipo de pequeños invertebrados que captura en las paredes rocosas o en huecos, fisuras y repisas con algo de vegetación. Ocasionalmente, también se alimenta sobre la corteza de algún árbol o entre los matorrales rupícolas.

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POBLACIÓN

El treparriscos, que se distribuye por zonas de montaña de Eurasia, tiene en España su área más occidental de su distribución. Dado que su hábitat es bastante poco accesible y la especie resulta relativamente difícil de detectar, son muchas las incógnitas sobre su estado de conservación, por lo que no se dispone de información precisa sobre el tamaño poblacional de esta especie ni de su tendencia.

En España, la población está muy fragmentada. Sus principales áreas de reproducción se hallan en dos subpoblaciones aisladas, en la Cordillera Cantábrica y en Pirineos. Su periodo reproductor comienza a mediados de mayo o principios de junio.

Según se recoge en el III Atlas de las Aves Reproductoras de España, esta especie está especializada para vivir en un hábitat muy determinado y la densidad estimada en su hábitat es muy baja, por lo que la población ibérica tiene que ser necesariamente poco numerosa.

En 2012 se estimaron un mínimo de 65 territorios de treparriscos en el Pirineo catalán y en 2015 se confirmaron entre 595 y 704 en el Pirineo aragonés. Para la Cordillera Cantábrica la información es incompleta, pero podrían estimarse entre 50 y 100 territorios.

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En conclusión, puede estimarse que, para toda España, el número de territorios oscilaría entre algo más de 600 y 900 y que la población de reproductores estaría entre 1.200 y 1.800 individuos.

A pesar de su pequeña población y de la fragmentación en dos núcleos diferentes, y debido a la falta de información precisa, la especie se evaluó en la última edición de 2021 del Libro Rojo de las Aves de España como ‘casi amenazada’.

AMENAZAS

El treparriscos, como otras aves de alta montaña, tiene un alto grado de especialización y su ciclo vital está adaptado a unas condiciones muy concretas de temperatura, innivación o precipitación, cuya variación origina cambios tanto en la calidad como en la cantidad de hábitat adecuado disponible.

Por tanto, es más que probable que tanto el área de distribución como el tamaño poblacional de esta especie se reduzca en el contexto de las previsiones de cambio climático, dado que, al subir las temperaturas, los hábitats adecuados para esa especie van a ser cada vez más escasos.

Otros factores de presión impactan negativamente en las poblaciones del treparriscos, sobre todo los ligados a las actividades de ocio que se desarrollan en sus territorios, como barranquismo, escalada o la instalación de vías ferratas.

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A esto hay que añadir el proceso de artificialización de las montañas con el desarrollo de proyectos vinculados a la ampliación de estaciones de esquí y sus infraestructuras asociadas.

MEDIDAS DE CONSERVACIÓN

SEO/BirdLife llevará a cabo durante 2025 diferentes trabajos de ciencia, conservación, educación y divulgación para dar a conocer al treparriscos y su estado de conservación, y contribuir así a solucionar los problemas a los que se enfrenta tanto esta especie como el conjunto de aves de alta montaña.

Así, trabajará con federaciones de montañismo y asociaciones de guías y escuelas de montaña y escalada para sensibilizar sobre las molestias al treparriscos y a otras especies con las que comparten el hábitat y fomentar el establecimiento de regulaciones para estas prácticas deportivas, con el fin de compatibilizar su disfrute con la conservación de las aves de montaña.

También prevé dar a conocer los resultados del primer censo nacional de aves de alta montaña, cuyo trabajo de campo finalizó en 2024, con información sobre los tamaños poblacionales de las especies que desarrollan su ciclo vital por encima de los 1.500 metros de altitud.

Asimismo, SEO/BirdLife llevará a cabo una campaña de ciencia ciudadana para mejorar el conocimiento del comportamiento y distribución del treparriscos y otras especies de aves de alta montaña.


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