EEUU celebra la decisión del TPI y asegura que servirá de mensaje para los perpetradores de crímenes de guerra
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), Karim Khan, ha anunciado la apertura de una investigación por crímenes de guerra y de lesa humanidad en la región sudanesa de Darfur, y en la que han incluido la reciente matanza de 87 miembros de la comunidad masalit, supuestamente ejecutados por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
“(Nuestro cometido) con respecto a los crímenes de nuestra jurisdicción, como los crímenes de genocidio, de lesa humanidad y de guerra, es permanente, y se investigará a cualquier persona que sea descubierta cometiendo estos crímenes”, ha asegurado Khan ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
“Y no solo aplica a los actos cometidos en Sudán, también se investigará a cualquier persona que ayude, instigue, aliente o dirija desde fuera de Sudán crímenes que puedan cometerse en Darfur”, ha añadido el fiscal.
Además, ha dado “claras instrucciones” para priorizar aquellos crímenes contra niños, así como delitos sexuales y basados en la violencia de género.
Durante su discurso ha instado al consejo a “converger” en torno a la declaración de Naciones Unidas de 2005 en la que se determinó que “la violencia en Darfur y en Sudán en general representaba una amenaza para la paz y la seguridad internacional”.
Khan ha pedido tanto al Ejército de Sudán como a las RSF que cumplan con sus obligaciones bajo las leyes del Derecho Internacional Humanitario para proteger a civiles.
Estas declaraciones han tenido lugar después de que la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas haya confirmado el hallazgo de una fosa común con alrededor de 90 personas enterradas en Darfur Occidental.
ESTADOS UNIDOS APLAUDE LA DECISIÓN DEL TPI
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, ha condenado “en los términos más enérgicos” las matanzas cometidas por motivos étnicos en Darfur.
“Las atrocidades y la violencia en Darfur exigen la rendición de cuentas, una justicia significativa para las víctimas y las comunidades afectadas, y el fin de la impunidad”, ha declarado Miller en un comunicado.
“Estados Unidos aplaude el anuncio hecho el 13 de julio por el fiscal del TPI de que los presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos durante los combates actuales pueden ser objeto de investigación y enjuiciamiento (…) Que esto sirva de mensaje a todos los que cometen atrocidades, en Sudán y en otros lugares”, ha añadido el portavoz.
Las actuales hostilidades entre el Ejército y las paramilitares estallaron en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 de Omar Hasán al Bashir, dañada por el golpe de Estado de octubre de 2021, en el que fue derrocado el primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok.
La región de Darfur, declarada como “zona de desastre” por las autoridades regionales, había sido previamente escenario de un repunte de las tensiones intercomunitarias a pesar de un acuerdo de paz en 2020 entre el gobierno de transición y varios grupos rebeldes, que intentaba poner fin a a la situación derivada de la guerra de 2003, que dejó al menos 300.000 muertos y más de 2,5 millones de desplazados.
La guerra ha dejado hasta el momento más de 1.100 muertos, según el Ministerio de Salud sudanés, pero las cifras reales podrían ser mucho más elevadas teniendo en cuenta la violencia intercomunitaria desencadenada en las regiones de Kordofán y Darfur.
Además, más de tres millones de personas han sido desplazadas, incluidas casi 740.000 que han huido a países vecinos, según datos publicados este miércoles por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), entre informaciones de atrocidades diarias y abusos sexuales a gran escala contra las mujeres y niñas del país.
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