MADRID, 07 (SERVIMEDIA)
El Tesoro Público, organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, colocará este martes entre 4.000 y 5.000 millones de euros en la primera subasta de Letras del Estado desde que el Banco Central Europeo (BCE) decidiera pausar la subida de tipos de interés tras casi un año y medio con un endurecimiento históricamente rápido e intenso.
Los inversores estarán por tanto pendientes de ver cómo afecta la decisión del organismo dirigido por Christine Lagarde a las referencias a 6 y 12 meses, que experimentaron una mejora de su rentabilidad en octubre. En concreto, el Tesoro otorgó un interés del 3,823% por las primeras y del 3,862% por las segundas.
Se espera, al igual que las subastas anteriores, una fuerte demanda de los minoristas. De hecho, los hogares se convirtieron en agosto en el principal tenedor de deuda pública a corto plazo por primera vez en la historia, con 20.348 millones de euros en cartera, casi el 30% de este de la deuda a corto plazo en circulación.
Cabe recordar que, tras seis años con intereses negativos –en los que los inversores pagaban al Estado por comprar deuda–, las Letras volvieron a ofrecer en septiembre del año pasado remuneraciones a los inversores, aunque muy modestas –del 0,027%–. Se experimentó entonces un pequeño incremento del importe en propiedad de las personas físicas (+10,2%), hasta los 1.079 millones.
Esta tendencia se acentuó con el paso de los meses como consecuencia de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). El organismo dirigido por Christine Lagarde ha aprobado sucesivas subidas de los tipos de interés hasta el 4% y los expertos dan por descontado que volverá a elevarlos en 25 puntos básicos durante este mes de julio. Este encarecimiento del dinero conllevó un incremento de la rentabilidad de la deuda soberana y, asimismo, un crecimiento exponencial de la inversión minorista.
PROGRAMA DE FINANCIACIÓN
Con esta subasta, el Tesoro empezará a culminar su objetivo de financiación bruta para todo el 2023, que asciende a 256.846 millones para todo el año. La pretensión del organismo ha sido captar el grueso de la deuda en la primera parte del año, una práctica habitual dentro de la institución pero que cobra especial importancia este año ante las sucesivas subidas de tipos de interés del BCE.
No obstante, el organismo espera reducir su emisión neta en 5.000 millones de euros durante este año, hasta los 70.000 millones. Por tipo de instrumento, prevé que las Letras aporten financiación neta “negativa” por 5.000 millones, por lo que los Bonos y Obligaciones del Estado, junto con el resto de las deudas en euros y en divisas, financiarían un total de 75.000 millones.
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