MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha restringido la actuación de las agencias federales del país al revocar una decisión adoptada en 1984 y que capacitaba a estas instituciones a imponer su criterio a la hora de establecer regulaciones sobre ámbitos de todo tipo (salud pública o medio ambiente entre ellos) en el caso de que la ley original fuera excesivamente ambigua.
El tribunal ha dado finalmente por válida una demanda de un grupo de pescadores que se negaban a pagar los sueldos de los observadores del Departamento de Comercio del Gobierno estadounidense que supervisaban sus faenas.
Al dar la razón a los pescadores, la corte invalida la doctrina previa correspondiente al respecto y que concedía a las agencias federales más importancia que los tribunales locales en caso de disputa. “Las agencias no tienen una competencia especial para dilucidar qué es ambiguo o no. Los tribunales sí”, sentencia el magistrado jefe conservador, John Roberts.
El dictamen ha contado con el respaldo de los seis jueces conservadores del Supremo y el rechazo de los tres llamados “liberales”, con la jueza Elena Kagan a la cabeza, que ha descrito el veredicto como un ejemplo de “arrogancia judicial”.
Al anular la doctrina previa, la “mayoría conservadora acaba de darse a sí misma poderes exclusivos sobre cualquier asunto en disputa sobre las leyes regulatorias, sin importar los expertos o los políticos que estén trabajando en ellas”, según la opinión de Kagan.
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