MADRID, 25 (SERVIMEDIA)
El detenido por el asesinato de un varón en la tarde del viernes en el hotel okupa de la calle Lola Flores del distrito madrileño de San Blas, reconoció los hechos a los servicios de seguridad y emergencias y atribuyó lo sucedido a una discusión por el alquiler de una habitación okupada y otros tratos que tenía con el fallecido, además de lamentarse por lo sucedido, “yo venía a España buscando un futuro mejor”.
Según informaron a Servimedia fuentes de los servicios de seguridad y emergencias, la persona detenida por la Policía como presunto responsable del asesinato, reconoció los hechos en el momento tras ser detenido a unos 700 metros del apuñalamiento.
Todo se produjo en la tarde del viernes en el hotel okupado de la calle Lola Flores, de San Blas, foco de distintos sucesos graves en los últimos meses, lo que ha motivado la intensificación de la vigilancia por parte de la Policía en esa zona y las críticas de vecinos por la inseguridad.
Los primeros en llegar fueron agentes de Policía, poco después, una unidad de Samur entró en la habitación donde se produjo el asesinato, aunque solo pudo confirmar la muerte de un varón de unos 40 años de edad, por múltiples heridas de arma blanca, según Emergencias Madrid.
En ese momento, en torno a las 18.00, la Policía aún continuaba buscando al sospechoso, a quien localizaron poco después con una herida contusa en la parte posterior del cráneo.
Durante su detención y posterior atención sanitaria el presunto autor, un varón argentino de 28 años, confesó los hechos, aunque desconocía si el hombre había fallecido tras la pelea, en la que presuntamente le propinó numerosas puñaladas en el tórax y en el abdomen. “¿Pero ha muerto?”, preguntó, tras lamentarse por lo sucedido, “yo venía a España buscando un futuro mejor”.
El motivo de la pelea, según explicó inicialmente el detenido se debió a que el otro varón y su mujer le tenían alquilada una habitación de su vivienda dentro del hotel okupado, lo que motivó una pelea por motivos económicos y de las condiciones del arrendamiento, en la que también se vio implicada la mujer del fallecido.
Asimismo, y aunque aún no se ha podido confirmar, el detenido relató que participaba de una red de vendedores de perfume que gestionaba el fallecido, que exigía comisiones por la venta de la mercancía. Este habría sido, siempre según los primeros testimonios del detenido, otro de los motivos de la reyerta.
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