MADRID, 01 (SERVIMEDIA)
El sindicato USO defendió este viernes que el salario mínimo interprofesional (SMI) debe subir en 2024 al menos un 5,5%, lo que supondría que este indicador se situara en el entorno de los 1.140 euros por 14 pagas, frente a los 1.080 euros en los que se encuentra en la actualidad.
“Ni 3% del AENC ni 3,8% de IPC medio. Los productos más básicos, en los que se gastan el salario los trabajadores con ingresos mínimos, han subido mucho más del doble que la media de la inflación. Por eso, desde USO proponemos que la subida del SMI sea del 5,55% para 2024”, declaró el secretario general de USO, Joaquín Pérez.
Este 5,55% es resultado del IPC medio de 2023, 3,8%, corregido al ponderar al doble el peso de los tres grupos básicos que componen la inflación: alimentación, vivienda y transporte. “No es una petición descabellada, sino que la consideramos más que coherente y aceptable. Todos sabemos que esos grupos han subido incluso el triple que la inflación general”, sostuvo el dirigente de USO.
De esta manera, el sindicato rechazó que el V Acuerdo para el Empleo y la negociación Colectiva (AENC) que CEOE-Cepyme, CCOO y UGT firmaron en mayo no puede ser la guía para subir el SMI. Esa es, precisamente, la propuesta de la CEOE, lo que supondría un incremento del SMI del 3% que, no obstante, rechazan de plano los sindicatos, que apuntan a incrementos que se acerquen al 5%.
“El AENC no es una guía, es un tapón para la negociación colectiva, que topa en el 3% la subida, cuando la inflación media ya es de por sí superior. Es normal que la patronal saque el acuerdo en esta negociación, es su trabajo. Por eso pedimos a UGT y CCOO que no cercenen las posibilidades negociadoras en mesas y comités, que no nos llegue la patronal a decir que hemos firmado un 3%, porque no lo hemos firmado todos. Y, sobre todo, que no se quiera aplicar a los trabajadores de ingresos más bajos”, aseveró Joaquín Pérez.
SUBSIDIO POR DESEMPLEO
Por otro lado, criticó la propuesta del Ministerio de Economía de recortar el subsidio por desempleo, elevando la edad de acceso a 60 años y reduciendo el periodo de cobro de la ayuda a 12 meses.
El colectivo al que se dirige este subsidio son personas expulsadas del mercado laboral, que tienen serias dificultades para volver a él y para los que las distintas Administraciones no han tenido respuesta. “No se les debería señalar, se les debería proteger y facilitar su incorporación”, agregó USO, que insistió en que se deben poner en marcha políticas a medio plazo de incentivos en su contratación, formación realmente dirigida a los nichos de empleo y garantizando que no caigan en la exclusión o pobreza severa “que les atrapa aún más en esa situación”.
Joaquín Pérez recordó que las prestaciones ya sufren, después del primer semestre de recepción, una caída hasta los 480 euros como máximo. “Un montante puramente asistencial, siendo muy común que sea menor al proceder de empleos con jornadas parciales”, enfatizó.
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