Sobre el tema del acompañamiento a la comunidad LGTB, considera que hay “soluciones y respuestas válidas para todos”
ROMA, 11 (EUROPA PRESS)
Los 368 miembros del Sínodo sobre la Sinodalidad que se celebra en Roma a lo largo de este mes –un gran proyecto de escucha lanzado en 2021 por Francisco para hacer que la Iglesia católica sea más participativa y menos clerical– están adoptando una visión “menos eurocéntrica”, al tiempo que abogan por integrar diferentes “dimensiones culturales”, especialmente Sudamérica y África.
En la rueda de prensa que ha tenido lugar en el Vaticano, el obispo de Sandhurst (Australia), Monseñor Shane Anthony Mackinlay, ha defendido que el Sínodo se está abriendo a una visión “menos eurocéntrica” y está optando por una integración de diferentes “dimensiones culturales, especialmente Sudamérica y África”, dentro del diálogo en la Asamblea de Obispos.
El obispo australiano –que representará a Oceanía como miembro electo en la comisión encargada de redactar el documento final que será votado el 26 de octubre– ha defendido por ejemplo cómo en su continente han preparado los encuentros previos a la asamblea implicando también a los pueblos indígenas locales, a través de largos procesos que duraron “incluso de dos o tres años” lo que “permiten la justicia y la reconciliación”, entre las diferentes comunidades.
“El Consejo Plenario australiano –ha señalado– comenzó su andadura unos años antes del Sínodo actual, reuniendo a unas 250 personas, entre obispos, religiosos y fieles. Y también en aquella ocasión experimentamos una pluralidad de temas a tratar, que tocaban las preocupaciones de la gente”. Mackinlay ha señalado que el Sínodo “intenta convertir a la comunidad eclesial hacia una nueva forma de hacer las cosas”. “Es un camino de compromiso en corresponsabilidad y discernimiento que nos lleva a tomar juntos decisiones lo más eficaces posibles”, ha señalado.
Monseñor Mackinlay también ha sido preguntado sobre el enfoque del Sínodo en las cuestiones LGBT+. “No es de extrañar que estas cuestiones sean tan importantes en la cultura occidental para varias personas, y que haya otras prioridades en otras partes del mundo”, ha afirmado a este respecto. En este sentido ha manifestado que la Iglesia “no parte de cero” en el acompañamiento de estas personas.
SITUACIONES DIFERENTES EN TODO EL MUNDO
Por su parte, el arzobispo de Newark, miembro del Consejo Ordinario y miembro de la Comisión de Información del Sínodo sobre la Sinodalidad, el cardenal Joseph William Tobin, ha indicado, en cuanto a los retos y obligaciones que plantea el respeto de las necesidades de las personas LGBT+, que la Iglesia debería tener en cuenta “que las situaciones son diferentes en todo el mundo”.
“Debemos trabajar juntos, sin dar por sentado que existe una respuesta única”, ha aseverado. En todo caso, ha afirmado que “siempre existe la posibilidad del diálogo”, ha añadido.
Mientras, la teóloga italiana Giuseppina De Simone también ha señalado que “es necesario tener presente el contexto cultural”. “No podemos esperar que haya soluciones y respuestas válidas para todos, sería colonialismo o colonización cultural. Debemos saber acogernos y hacer camino juntos, empezando por escuchar también a los que se quedan en los márgenes. No se puede dejar a nadie solo, marginado o excluido”, ha afirmado.
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