LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 6 (EUROPA PRESS)
Agentes del Seprona de San Mateo, en la isla de Gran Canaria, han intensificado sus operativos de vigilancia el barranco de Silva, en Telde, ante los graves problemas medioambientales que sufre este espacio natural convertido en vertedero ilegal, cuya vigilancia permitió el 28 de enero interceptar una furgoneta con más de una tonelada de residuos peligrosos.
Los hechos se remontan al 28 de enero cuando los agentes identificaron a los ocupantes de una furgoneta, dos hombres, descubriendo además en ese momento que el conductor tenía en vigor varias requisitorias de detención emitida por diferentes juzgados de la isla, según ha informado la Guardia Civil en nota de prensa.
Asimismo inspeccionaron la carga de la furgoneta, en la que encontraron un total de 42 sacos de escombros rellenos de fragmentos de paneles de fibro-cemento ondulados con amianto, de unos 25 kilogramos de peso aproximadamente cada uno.
Estos residuos se encontraban fragmentados en el interior de estos sacos de escombros, una práctica “asociada frecuentemente al transporte ilegal” de materiales, ya que ocupaban la parte trasera de la furgoneta interceptada, lo que levantó las sospechas de los agentes al estar hundida por el gran peso que transportaba.
En cuanto a la procedencia de los residuos peligrosos transportados eran de una obra que se estaba ejecutando en el barrio de San Roque de Las Palmas de Gran Canaria, no aportando más datos sobre la dirección exacta y exponiendo las dos personas que lo transportaban que habían desinstalado un techo de “paneles de uralita” sin contar con los servicios de una empresa autorizada para la gestión de este tipo de residuos “altamente peligrosos”.
Por este motivo, los agentes realizaron reportaje fotográfico de los residuos peligrosos hallados y se desarrolló un acta de constatación de hechos para que el responsable de los mismos procediera a la gestión adecuada a través de una empresa autorizada.
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