MADRID, 19 (SERVIMEDIA)
El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, reclamó este lunes “darle tres vueltas” al planteamiento del nuevo impuesto a la banca y afirmó que topar la subida de las hipotecas variables, como ha propuesto Podemos, “no es el camino”.
Así lo dijo el máximo responsable del banco en declaraciones a los medios de comunicación, tras intervenir en la reunión anual de consejos consultivos que el Sabadell celebra hoy en Madrid y en la que también participó el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, y el consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno.
Oliu consideró que el nuevo impuesto, tramitado como proposición de ley y que ya ha recibido el visto bueno en el Congreso de los Diputados a su toma en consideración, es un “ataque a la rentabilidad”. El presidente del Sabadell dijo entender que “haya que arrimar el hombro” pero reclamó “darle tres vueltas” al planteamiento y confió en que “se corrija en un futuro inmediato”.
Oliu argumentó que el impuesto no está fundamentado “suficientemente”, que no se aplica a todos los bancos siendo así “discriminatorio” y que “penaliza mucho” a algunos, particularmente a los que “trabajan con pymes” como es el caso del banco que preside. “La contribución tiene que ser equilibrada”, afirmó.
Por su parte, el consejero delegado del banco, durante su intervención en el acto, dijo respecto al nuevo impuesto que quieren que sea “temporal” y “no distorsione la competencia”. González-Bueno indicó que el Sabadell ya pagó el año pasado alrededor de 800 millones de euros en tributos frente a los 530 millones que ganó, con lo que “no se puede decir que el Banco Sabadell no haya pagado bien”.
Respecto al tope a la subida de las hipotecas variables, Oliu respondió ante los medios que “no es el camino” y en su lugar propuso que el sector sea el que haga frente a las dificultades de sus clientes más vulnerables.
Por último, sobre la posible venta de la filial británica TSB, desde el Sabadell explicaron que hay iniciativas para comprarlo, pero que ellos no tienen intención de venderlo.
Desde el banco dibujaron un futuro en el que atisban “incertidumbres” como la subida de tipos de interés, el contexto económico y la crisis energética, y el impuesto a la banca.
“Nuestros análisis internos nos dicen que los vientos a favor impulsados por la subida de tipos junto con todas las actividades que estamos desarrollando van a tener un impacto muy alto”, mientras que los impactos de la inflación traducidos en mayor morosidad e incremento de costes “van a ser más controlables”, resumió el consejero delegado.
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