MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
El ejercicio físico puede reducir hasta un 30 por ciento el riesgo de cáncer de mama, colon, vejiga urinaria, endometrio, esófago y estómago, y casi el 20 por ciento el riesgo de mortalidad específica por cáncer, según han señalado desde la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Los datos más sólidos hasta la fecha se centran en cáncer de mama y cáncer colorrectal, pero este beneficio se extiende a otros tumores como el cáncer de próstata y pulmón.
Además, el ejercicio físico ha demostrado que puede mejorar la calidad de vida y disminuir los efectos secundarios derivados de los tratamientos, al aumentar la capacidad cardiorrespiratoria de los pacientes, reducir la fatiga y mejorar la percepción de su salud
“A pesar de estar bien documentados los beneficios del ejercicio físico, pocos pacientes con cáncer se mantienen físicamente activos por la falta de información por parte de los profesionales sanitarios, y las reticencias de los pacientes debido a los efectos secundarios, al miedo a nuevos efectos adversos, a la de motivación o a las dificultades en el acceso al ejercicio”, ha subrayado el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), César A. Rodríguez, durante la presentación en rueda de prensa del movimiento social ‘SEOM Ejercicio contra el cáncer’, con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, que se conmemora el 4 de febrero.
A través de este movimiento, que se ha presentado en el Movistar Academy Magariños, pabellón del Club de Baloncesto Estudiantes, la sociedad médica quiere concienciar a la población del valor del ejercicio físico en todas las etapas de la enfermedad, tanto para la prevención como durante el tratamiento y en los largos supervivientes.
“Realizar ejercicio físico es seguro durante todas las etapas asistenciales del cáncer, incluso durante los tratamientos activos como la quimioterapia, ya que se asocia con una mejor tolerancia a los mismos, e incluso podría aumentar las respuestas”, apunta el doctor Rodríguez.
Así, la prevención del cáncer empieza con solo 30 minutos de ejercicio físico al día. En pacientes con cáncer, puede ser útil en la reducción del cansancio y la depresión, además de influir en la eficacia de los tratamientos, aumentando las respuestas o reduciendo recaídas.
Según Rodríguez, a la hora de prescribir ejercicio físico a los pacientes con cáncer, es “esencial” una adecuada valoración de su situación basal; así como de las comorbilidades, tratamientos, síntomas y aspectos socioculturales de cada paciente.
Por su parte, el presidente de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), Jaume Galceran, ha hecho hincapié en la motivación y en que no es necesario ir a un gimnasio para estar en forma. “Andar 30 minutos al día o hacer ejercicio en casa es suficiente para obtener beneficios. No hace falta pagar un gimnasio”, ha recalcado.
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