MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
El riesgo de cáncer de mama casi se duplica en mujeres diagnosticadas con enfermedad mamaria benigna, tal y como se comprobó con pruebas de detección, según una investigación presentada este jueves en el 13º Congreso Europeo sobre el Cáncer de Mama que se celebra en Barcelona hasta el 18 de noviembre.
El estudio contó con la participación de más de 700.000 mujeres españolas en el cribado mamario que comparó a aquellas a las que se les había diagnosticado alguna enfermedad mamaria benigna, incluidos fibroadenomas y quistes, con aquellas otras a las que no se les había diagnosticado ninguna enfermedad mamaria.
El mayor riesgo de cáncer de mama que señaló la investigación persistió durante al menos dos décadas. Los investigadores aseguraron que este grupo de mujeres podría beneficiarse de exámenes de detección más frecuentes para garantizar una detección precoz para que las posibilidades de supervivencia sean mejores.
Los resultados de este estudio, publicados en la revista ‘International Journal of Environmental Research and Public Health’, fueron presentados en el congreso por la doctora Marta Román, del Hospital del Mar de Barcelona.
En total, esta investigación incluyó a 778.306 mujeres de entre 50 y 69 años que se sometieron al menos una vez al cribado mamario entre 1996 y 2015 en uno de los 20 centros existentes en España. A todas ellas se les ofreció una mamografía de cribado mamario, cada dos años.
CÁNCER DE MAMA
Los investigadores siguieron a estas mujeres hasta 2017 y, durante ese tiempo, a 17.827 se les diagnosticó una enfermedad mamaria benigna, mientras que a 11. 708, un cáncer de mama.
Los datos mostraron que entre las mujeres con enfermedad mamaria benigna, alrededor de 25 de cada 1.000 fueron diagnosticadas posteriormente con cáncer de mama. Entre las mujeres sin enfermedad mamaria benigna, 15 de cada 1.000 fueron diagnosticadas con cáncer de mama.
Por lo tanto, el mayor riesgo se encontró en mujeres con enfermedad mamaria benigna independientemente de su edad y el riesgo persistió durante al menos 20 años. Asimismo, las mujeres seguidas durante menos de cuatro años tenían un 99% más de probabilidades de recibir un diagnóstico de cáncer de mama y las mujeres con un seguimiento de 12 a 20 años tenían un 96% más de probabilidades de recibir un diagnóstico de cáncer de mama.
Para el doctor Román, “esto es importante porque sugiere que la enfermedad mamaria benigna es un indicador clave de que una mujer tiene un mayor riesgo de cáncer de mama, en lugar de ser simplemente algo que podría convertirse en cáncer. De hecho, a menudo encontramos la enfermedad benigna en un seno y luego se desarrolla cáncer en el otro seno”.
Por lo tanto, añadió, “podemos utilizar este conocimiento, junto con lo que sabemos sobre otros factores de riesgo, para ayudar a optimizar el examen de mamas que ofrecemos a las mujeres. Por ejemplo, si a una mujer se le diagnostica una enfermedad mamaria benigna y tiene otros factores de alto riesgo, como antecedentes familiares de cáncer de mama, podría beneficiarse de exámenes de detección más frecuentes”.
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