MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
Un nuevo examen de los restos ha demostrado que un fósil de 280 millones de años de antigüedad hallado en los Alpes italianos y que ha desconcertado a los investigadores durante décadas es, en parte, una falsificación.
El descubrimiento ha llevado al equipo dirigido por Valentina Rossi, de la Facultad de Ciencias Biológicas, Terrestres y Ambientales del University College Cork (Irlanda), a pedir cautela en la forma en que se utilizará el fósil en futuras investigaciones.
El ‘Tridentinosaurus antiquus’ fue descubierto en los Alpes italianos en 1931 y se pensó que era un espécimen importante para comprender la evolución temprana de los reptiles.
El contorno de su cuerpo, que aparece oscuro contra la roca circundante, se interpretó inicialmente como tejidos blandos conservados. Esto llevó a su clasificación como miembro del grupo de reptiles ‘Protorosauria’.
Sin embargo, la nueva investigación, publicada este viernes en la revista científica ‘Palaeontology’, revela que este fósil famoso por su notable conservación es, en su mayor parte, pintura negra sobre una superficie de roca tallada con forma de lagarto.
ANÁLISIS MICROSCÓPICO
La supuesta piel fosilizada había sido celebrada en artículos y libros, pero nunca estudiada en detalle. La conservación un tanto extraña del fósil había dejado a muchos expertos inseguros sobre a qué grupo de reptiles pertenecía este extraño animal parecido a un lagarto y, en general, sobre su historia geológica.
“Los tejidos blandos fósiles son raros, pero cuando se encuentran en un fósil pueden revelar información biológica importante, por ejemplo, la coloración externa, la anatomía interna y la fisiología”, indica Rossi.
Esta investigadora añade: “La respuesta a todas nuestras preguntas estaba frente a nosotros, teníamos que estudiar este espécimen fósil en detalle para revelar sus secretos, incluso aquellos que tal vez no queríamos saber”.
El análisis microscópico mostró que la textura y composición del material no coincidían con las de los tejidos blandos fosilizados genuinos.
Una investigación preliminar mediante fotografía ultravioleta reveló que la totalidad de la muestra fue tratada con algún tipo de material de recubrimiento. Recubrir los fósiles con barnices y/o lacas era la norma en el pasado y, a veces, todavía es necesario para preservar un espécimen fósil en las vitrinas y exhibiciones de los museos.
El equipo esperaba que, bajo de la capa de recubrimiento, los tejidos blandos originales todavía estuvieran en buenas condiciones para extraer información paleobiológica significativa.
CREADO ARTIFICIALMENTE
Los hallazgos indican que el contorno del cuerpo de ‘Tridentinosaurus antiquus’ fue creado artificialmente, probablemente para mejorar la apariencia del fósil. Esto engañó a investigadores anteriores.
Evelyn Kustatscher, coordinadora del proyecto ‘Vivir con el supervolcán’, financiado por la Provincia Autónoma de Bolzano (Italia), subraya: “La peculiar preservación del ‘Tridentinosaurus’ ha desconcertado a los expertos durante décadas. Ahora todo tiene sentido. Lo que se describió como piel carbonizada, es sólo pintura”.
Sin embargo, el fósil no es completamente falso. Los huesos de las patas traseras, en particular los fémures, parecen auténticos, aunque en mal estado de conservación.
Además, los nuevos análisis han demostrado la presencia de diminutas escamas óseas llamadas osteodermos -como las escamas de los cocodrilos- en lo que quizás era el lomo del animal.
Este estudio es un ejemplo de cómo la paleontología analítica moderna y los métodos científicos rigurosos pueden resolver un enigma paleontológico de casi un siglo de antigüedad.
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