MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
La Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados rechazó este lunes la enmienda del PSOE a la ‘Ley trans’ que endurecía las condiciones para que los menores de edad puedan ejercer su derecho a la autodeterminación de género al plantear que todas aquellas personas con menos de 16 años cuenten con una autorización judicial para cambiar de sexo.
Lo hizo con los votos en contra de Unidas Podemos, el bloque de la investidura, el PP y Vox y los únicos apoyos del PSOE.
El texto que salió del Consejo de Ministros el pasado mes de junio impulsado por la titular de Igualdad, Irene Montero, establece que los menores de edad entre 16 y 18 años podrán acudir al Registro Civil a cambiar libremente su nombre y sexo, un trámite para el que requerirán de la autorización de sus progenitores quienes tengan entre 14 y 16 años, mientras que para quienes tienen entre 12 y 14 años se requerirá un expediente de jurisdicción voluntaria. Por debajo de los 12 años, únicamente se podrá cambiar el nombre en el DNI.
Sin embargo, los socialistas planteaban en su enmienda que “toda persona de nacionalidad española mayor de dieciséis años podrá solicitar por sí misma ante el Registro Civil la rectificación de la mención registral relativa al sexo”. El matiz lo incluyeron para los menores de esa edad y mayores de 12, quienes “podrán solicitar la autorización judicial para la modificación registral del sexo”.
Esta enmienda del PSOE representó una enmienda a la totalidad al compromiso que adquirió en su momento de enmendar la ley pero sin tocar la cuestión de la autodeterminación de género.
De hecho, la autodeterminación de género fue una cuestión que en su día acordaron Irene Montero y la exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo y que no se modificó en la ley, ni en su aprobación en primera ni en segunda vuelta en el Consejo de Ministros.
El PSOE también perdió la batalla en su intención de que la norma fuera más dura en lo concerniente a la reversibilidad, un aspecto en el que buscaban que, en caso de un segundo cambio de sexo, se requiriera “aprobación judicial”. A pesar de ello, sí consiguió eliminar las referencias a la violencia intragénero.
El PSOE tiene hasta mañana para decidir si mantiene ‘vivas’ sus enmiendas para su debate en el Pleno que vote la ‘Ley trans’.
DEBATE EN COMISIÓN
La Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados se reunió este lunes para emitir su dictamen sobre el informe elaborado por la ponencia acerca de la denominada ‘Ley trans’, el cual fue aprobado por 21 votos a favor, 14 en contra y una abstención.
Sin embargo, la atención del debate estaba puesta en la decisión que se tomaba acerca de las enmiendas que llegaban ‘vivas’ a este debate, entre ellas las del PSOE, que fue rechazada.
Finalmente, la Comisión aceptó cinco enmiendas transaccionales, además de una de EH Bildu, otra del PNV, dos de Ciudadanos, una del BNG, tres del PP y una decena impulsada por el PSOE.
El debate tuvo como protagonista al PSOE, cuya vocal en la Comisión, Raquel Pedraja, aseveró que su grupo está comprometido con los derechos de las personas trans, lo que le dio pie a enumerar sus aportaciones al enriquecimiento del texto.
A pesar de ello, arguyó la importancia de proporcionar “mayor seguridad jurídica” a los menores de edad trans y a la reversibilidad de sexo. Del mismo modo, defendió que “no creemos que se puedan equiparar todas las violencias, porque desaparecen las violencias machistas”. “No compren el discurso de la extrema derecha”, aconsejó a los grupos que componen el bloque de investidura.
Sofía Fernández Castañón (Podemos) atestiguó que existe un “clamor social” por la aprobación de esta ley, por lo que “no entendemos que pueda existir en el trámite parlamentario retroceso alguno del texto del Consejo de Ministros”.
Deploró el “ruido” en torno a la tramitación de esta norma que afecta a “la vida de muchas personas”, y sugirió al PSOE que retirara sus enmiendas, recordándole que en 2019 apoyó la referencia a una edad “más ambiciosa” para cambiar de sexo que la propuesta por el Gobierno.
María Carvalho (ERC) consideró una “vulneración de los derechos humanos” negar el derecho a la autodeterminación de género y aseveró que “la transfobia mata”, mientras que Pilar Calvo (Junts) lamentó que la ley “pende de un hilo” por la falta de consenso del PSOE y de Podemos y por la amenaza del PP y de Vox de acudir al Tribunal Constitucional a recurrir la norma. Dirigiéndose a los socialistas, les recordó que “cambiar de sexo no es un capricho” y que sus enmiendas “retiran” a España de los tratados internacionales.
Sara Giménez (Ciudadanos) consideró que la libertad e igualdad de las personas trans es “un asunto clave para nuestra democracia”, pero acusó al Ministerio de Igualdad de haber aprobado una norma “amplia, completa y garantista”.
Isabel Pozueta (Bildu) señaló que la ley es “necesaria e imprescindible para garantizar los derechos de las personas Lgtbi+ y para luchar contra su discriminación” y lamentó que llegue “con mucho retraso”, mientras que Joseba Agirretxea (PNV) celebró que por fin los derechos de este colectivo vayan a estar reflejados en un texto legal.
PP Y VOX
Por su parte, María Jesús Moro (PP) proclamó que “esta ley no protegerá a las personas a las que se dirige” y acusó al Gobierno y a los grupos que la apoyan de perpetrar una “construcción doctrinal sin consenso social y político” y de “romper el consenso constitucional que ha existido en el desarrollo de materias sensibles para las personas”.
Tras acusar al PSOE de estar “arrodillado ante las minorías”, le afeó que permita “el borrado del sexo biológico” y de “los conceptos de padre y madre”.
Por último, Lourdes Méndez (Vox) acusó al PSOE y a Podemos de llevar a cabo un “asalto a la Constitución” con una ley que “se basa en una gran mentira” y que “trata de abolir la realidad del ser humano con la autodeterminación de género”.
A su juicio “la humanidad ha sido dividida en machos y hembras”, por lo que “por mucho que se empeñen en cambiar esa realidad, no lo van a conseguir”.
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