MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El apoyo psicológico ofrecido en el Programa PARES de Cesida para pacientes con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ha demostrado reducir de forma “significativa” los signos de ansiedad y depresión de estos pacientes a los pocos meses del inicio de la intervención.
Hasta el 85 por ciento de las personas que han comenzado el programa durante 2024 presentaban indicadores de ansiedad y depresión, pues el diagnóstico del VIH tiene un “fuerte impacto emocional”; tras varios meses de seguimiento, solo el 59 por ciento seguía presentando ansiedad (reducción del 26 por ciento), mientra que un 37 por ciento presentaba signos de depresión (reducción del 48 por ciento), según un informe sobre los resultados de PARES.
Uno de los usuarios del programa, en condición de anónimo, ha recalcado que la atención recibida “siempre ha sido muy útil” y que “aporta mucha tranquilidad”, mientras que otro de los pacientes ha explicado que permite a las personas con VIH superar “este duro trance de un modo más liviano”.
De hecho, un 92,5 por ciento ha afirmado que estas intervenciones les han ayudado a resolver el motivo por el que acudieron a consulta, entre los que se incluyen la prevención y promoción positiva de la salud (50 por ciento de las intervenciones), motivación emocional y autoestima (51 por ciento), tratamientos y adherencia (76 por ciento), aspectos relativos a la infección (35 por ciento) y aspectos sociales (49 por ciento).
Otro de los usuarios ha recalcado que “abre un espacio de confianza” y “da tranquilidad de poder hablar abiertamente”, algo que en lo que han coincidido otros participantes que han valorado el programa a través de una encuesta, subrayando la sensación de “libertad, serenidad y seguridad”, además de la “calidad humana del servicio”.
A lo largo de 2024, se han realizado un total de 2.001 intervenciones, de las cuales 551 correspondían a nuevos pacientes, y la mayoría de las intervenciones han sido individuales (91 por ciento) mientras que el 9 por ciento se han llevado a cabo de forma grupal. La media de edad de las personas atendidas es de 36,7 años, manteniéndose la tendencia de mayoritariamente hombres (85 por ciento), y de todos los nuevos atendidos, el 51,3 por ciento han sido de nacionalidad española y el 48,4 por ciento de origen extranjero.
Por otro lado, los profesionales sanitarios han evaluado el programa con una media de 4,7 puntos sobre cinco, destacándolo como una “herramienta esencial” que facilita el trabajo médico al ofrecer apoyo emocional, que en muchas ocasiones se queda “fuera del alcance” del personal sanitario.
“Me parece una herramienta muy útil en la atención integral de nuestros pacientes y creo personalmente que debería ser mucho más potenciado, como merece. Sería necesaria una mayor presencia de los educadores y además valorar la necesidad de suplementar esta herramienta adaptándonos a las necesidades de los nuevos grupos de población que acuden a nuestras consultas, probablemente con diferencias entre centros sanitarios que deberían ser estudiadas para adaptar estas nuevas iniciativas”, ha señalado uno de los encuestados.
Además, han señalado que es necesario mejorar la visibilidad del programa y dotarlo de mejores instalaciones para que pueda seguir creciendo y atendiendo a más personas.
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