MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El primer ministro de Serbia, Milos Vucevic, ha presentado este martes su dimisión “irrevocable” tras meses de protestas contra el Gobierno por el derrumbe registrado en noviembre de 2024 en la estación de tren de la ciudad de Novi Sad, que se saldó con una quincena de muertos.
Vucevic, que se ha dirigido a la nación en un discurso televisado, ha dicho sentirse “orgulloso” de “todo lo realizado bajo su mandato, especialmente en el ámbito económico”. Asimismo, ha defendido su papel como figura “de continuidad” durante los últimos nueve meses.
“Hemos liderado un progreso histórico y hemos frenado la inflación. Nos hemos convertido en la segunda economía con mayor crecimiento de Europa y hemos logrado aumentar los salarios y las pensiones”, ha aseverado antes de lamentar que, sin embargo, lo que ha dejado huella es la “tragedia de Novi Sad”.
En este sentido, ha alertado de que Serbia “se ha quedado atrapada en este accidente”. “Desafortunadamente, hemos visto cómo se abusa políticamente de esta tragedia a pesar de que el Gobierno ha actuado con responsabilidad”, ha puntualizado antes de matizar que los altos cargos han mostrado “que no cuentan con protecciones o privilegios específicos”.
“Hemos tratado de publicar todos los documentos que se nos han solicitado”, ha manifestado Vucevic, cuya renuncia al cargo llega tan solo un día después de que el presidente del país, Aleksandar Vucic, recalcara la necesidad de llevar a cabo un proceso de reforma del Gabinete “urgente y extenso” en respuesta a las demandas de los manifestantes.
El lunes, miles de estudiantes serbios volvieron a salir a la calle para protestar contra el Gobierno y exigir explicaciones pertinentes sobre el derrumbe de la estación, que ha suscitado críticas y acusaciones de corrupción contra los principales altos cargos del Gobierno.
No obstante, el caso ha llevado a la dimisión de varios ministros del Gobierno serbio. La mayoría de ellos alegó renunciar por “respeto a las víctimas y sus familiares”, si bien han descartado tener responsabilidad alguna en lo sucedido.
La estación de tren de Novi Sad, construida en 1964, estaba en pleno proceso de remodelación cuando se produjo el incidente, si bien la parte de la marquesina que se derrumbó no formaba parte de las obras, que se iniciaron en octubre de 2021. Las instalaciones pasaron a manos de la estatal Ferrocarriles Serbios en julio de 2024.
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