Inicio España El primer Homo sapiens documentado en Europa vivió en Cataluña

El primer Homo sapiens documentado en Europa vivió en Cataluña

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MADRID, 07 (SERVIMEDIA)

Un equipo de cinco científicos de instituciones de Argentina, España y Estados Unidos señala que la mandíbula fósil hallada en 1887 en Banyoles (Girona) no pertenecía a un neandertal, como se creyó durante más de un siglo, sino que representa la presencia más temprana de Homo sapiens jamás documentada en Europa.

Así lo explican los investigadores en un estudio publicado en la revista ‘Journal of Human Evolution’. Entre los autores están Juan Luis Arsuaga, director científico del Museo de la Evolución Humana (ubicado en Burgos); Ignacio Martínez, de la Universidad de Alcalá, y Julià Maroto, de la Universidad de Girona.

En 1887 se descubrió una mandíbula fósil durante las actividades de excavación en la ciudad de Banyoles, la cual fue estudiada por diferentes investigadores durante el siglo pasado. Data probablemente de hace entre 45.000 y 65.000 años, en un momento en que Europa estaba ocupada por los neandertales, y la mayoría de los investigadores generalmente lo han relacionado con esta especie.

“La mandíbula ha sido estudiada a lo largo del siglo pasado y durante mucho tiempo se consideró que era un neandertal en función de su edad y ubicación, y el hecho de que carece de una de las características de diagnóstico del Homo sapiens: una barbilla”, apunta Brian A. Keeling, de la Universidad de Binghamton (Estados Unidos).

El nuevo estudio se basó en técnicas virtuales, incluida la tomografía computarizada del fósil original. Esto se usó para reconstruir virtualmente las partes faltantes del fósil y luego generar un modelo 3D para analizarlo informáticamente.

“BASTANTE SORPRENDENTE”

Los autores estudiaron las expresiones de rasgos distintivos en la mandíbula de Banyoles que son diferentes entre la especie del humano moderno (Homo sapiens) y sus primos evolutivos más cercanos (neandertales).

Aplicaron una metodología conocida como morfometría geométrica tridimensional, que analiza las propiedades geométricas de la forma del hueso. Esto permite comparar directamente la forma general de Banyoles con los neandertales y el Homo sapiens.

“Nuestros resultados encontraron algo bastante sorprendente: Banyoles no compartía rasgos distintos de los neandertales y no se superponía con los neandertales en su forma general”, indica Keeling.

Si bien la mandíbula de Banyoles parecía encajar mejor con el Homo sapiens tanto en la expresión de sus características individuales como en su forma general, muchas de estos aspectos también se comparten con especies humanas anteriores, lo que complica una asignación inmediata a Homo sapiens. Además, carece de mentón, uno de los rasgos más característicos de las mandíbulas del Homo sapiens.

“Nos enfrentamos a resultados que nos decían que Banyoles no es un neandertal, pero el hecho de que no tiene mentón nos hizo pensar dos veces antes de asignarlo al Homo sapiens”, recalca Rolf Quam, profesor de antropología en la Universidad de Binghamton, antes de añadir: “La presencia de un mentón se ha considerado durante mucho tiempo un sello distintivo de nuestra propia especie”.

CONSENSO CIENTÍFICO

Ante esto, llegar a un consenso científico sobre qué especie representa la mandíbula de Banyoles es un reto. Los autores la compararon con una mandíbula temprana de Homo sapiens en Peştera cu Oase (Rumania).

A diferencia de la de Banyoles, esta mandíbula muestra un mentón completo junto con algunas características de neandertal, y un análisis de ADN antiguo ha revelado que este individuo tuvo un antepasado de neandertal hace cuatro a seis generaciones.

Dado que la mandíbula de Banyoles no compartía características distintivas con los neandertales, los investigadores descartaron la posibilidad de una mezcla entre neandertales y Homo sapiens para explicar su anatomía.

Los autores señalan que algunos de los primeros fósiles de Homo sapiens de África, anteriores a los de Banyoles en más de 100.000 años, muestran barbillas menos pronunciadas que en las poblaciones vivas.

Así, estos científicos desarrollaron dos posibilidades de lo que puede representar la mandíbula de Banyoles: un miembro de una población previamente desconocida de Homo sapiens que coexistió con los neandertales o un híbrido entre un miembro de este grupo Homo sapiens y una especie humana no identificada no neandertal.

Sin embargo, en la época de Banyoles, los únicos fósiles recuperados en Europa son los neandertales, lo que hace menos probable esta última hipótesis.

“Si Banyoles es realmente un miembro de nuestra especie, este humano prehistórico representaría el H. sapiens más antiguo jamás documentado en Europa”, indica Keeling.

Cualquiera que sea la especie a la que pertenezca esta mandíbula, la mandíbula de Banyoles claramente no es un neandertal en un momento en que se creía que los neandertales eran los únicos ocupantes de Europa.


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