MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
El presidente de Israel, Isaac Herzog, ha vuelto a hacer este martes un llamamiento a las partes a “mostrar responsabilidad” para lograr un acuerdo sobre el proyecto de reforma judicial para sacar al país de la “profunda crisis” en la que se encuentra, después de que el ministro de Justicia, Yariv Levin, haya rechazado un acuerdo de compromiso sobre el borrador.
“Hay momentos en las crisis de este tipo donde se requiere liderazgo para aprovechar las raras oportunidades para acercar posturas y lograr acuerdos, y este es uno de estos momentos”, ha dicho Herzog, que ha apostado por lograr este compromiso antes de la festividad de Rosh Hashanah, que se celebra entre el 15 y el 17 de septiembre.
Así, ha resaltado que el país “lleva nueve meses en una profunda crisis que afecta dramáticamente la vida, la seguridad, la economía, la sociedad y el comportamiento humano”. “Es suficiente”, ha dicho, al tiempo que ha recalcado que “es momento de hacer un esfuerzo, no de posponer (…), para lograr un acuerdo amplio”.
Poco antes, Levin había expresado su rechazo a las informaciones sobre un acuerdo de compromiso. “No sabía que había un acuerdo y es imposible un acuerdo sobre la nueva propuesta de compromiso”, ha manifestado en declaraciones concedidas a la emisora israelí Kol Berama.
El ministro de Justicia, principal responsable del proyecto de reforma judicial, que ha desatado meses de protestas masivas en Israel, ha hecho hincapié en que esta propuesta “no cambia lo básico que se necesita, que es cambiar el comité (para la selección) de jueces”.
Levin ha asegurado además que su postura sobre este punto cuenta con el apoyo del primer ministro, Benjamin Netanyahu, a pocos días de que el Tribunal Supremo celebre una vista sobre la legalidad de la ‘cláusula de sensatez’ recientemente aprobada por el Parlamento, donde la coalición gubernamental cuenta con la mayoría absoluta.
La decisión de fijar estas vistas para abordar las apelaciones contra la cláusula, que impide que los tribunales usen los estándares judiciales de ‘sensatez’ para analizar las decisiones del Gobierno –actualmente encabezado por Netanyahu e integrado por partidos ultraortodoxos y ultraderechistas–, no incluyó sin embargo una congelación de su aplicación, que ha entrado hoy en vigor.
La oficina de Herzog indicó el lunes que está acogiendo nuevamente conversaciones entre las partes para evitar una “crisis constitucional”, si bien reveló que por ahora no se han alcanzado acuerdos, en el marco de lo que describió como “Un esfuerzo especial” del presidente para lograr “una solución que preserve la democracia y la unidad entre los israelíes”.
Los críticos con la reforma judicial, incluidos todos los partidos que confirman la oposición, argumentan que se trata de un ataque al equilibrio de poderes de Israel, fundamentalmente a las bases en las que se asienta la democracia, ya que concede al Parlamento una influencia inusitada para limitar las competencias judiciales.
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