Tinubu subraya que “no es el momento para la acritud” y aboga por “la unidad y el compromiso nacional”
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El presidente electo de Nigeria, Bola Tinubu, ha defendido que se impuso en unas elecciones “justas y creíbles” y ha destacado que “no es momento para la acritud y la recriminación”, en medio de las denuncias de varios candidatos opositores sobre irregularidades en los comicios, por lo que han presentado recursos buscando su repetición.
“El honor de la victoria y la enorme responsabilidad que supone han recaído sobre mí”, ha dicho Tinubu, quien ha afirmado que “naturalmente, hay gente decepcionada porque su candidato no ha ganado, mientras que otros candidatos han mostrado malestar y han dicho que acudirán a los tribunales”.
Los candidatos opositores Atiku Abubakar, del Partido Democrático de los Pueblos (PDP), y Peter Obi, del Partido Laborista, anunciaron que recurrirán los resultados ante los tribunales argumentando que ha habido irregularidades y han asegurado que se han hecho con la victoria en las urnas.
Así, Tinubu ha destacado que “esto es algo inherente al proceso democrático” y ha defendido el derecho a acudir al aparato de justicia, al tiempo que ha mostrado su compromiso de “trabajar para el beneficio de toda la población, hayan votado o no” por su candidatura, según ha recogido el diario nigeriano ‘The Premium Times’.
Tinubu ha indicado además que “la acritud y la recriminación partidista” son “cosas negativas que pueden generar fuertes pasiones pero no son el camino a una nación mejor”. “Sólo la unidad y el compromiso nacional pueden servir a ese propósito”, ha argumentado.
“No pido que se abandonen las preferencias políticas, lo que sería antidemocrático. Pido que se responda al llamamiento del deber patriótico como una oposición leal. Permanezcan leales a la causa de una Nigeria más grande, más tolerante y más justa”, ha indicado.
En este sentido, ha apuntado que “la emergencia de nuevos partidos y sus candidatos subraya la dinámica de fortaleza de la democracia” y ha alertado contra “el nuevo crecimiento de antiguos prejuicios e intolerancias en torno a la etnia, el credo y el lugar de origen”.
“Hubo momentos en nuestro pasado en los que las instituciones generaron más preguntas que respuestas, pero el arco de nuestra historia política me genera confianza en lo relativo a que podamos superar el pasado. Hemos superado la espesura de la noche para salir ante la luz de los brillantes días venideros”, ha apuntado.
Por ello, Tinubu ha apostado por “empezar a reparar y reconstruir la casa nacional” y ha asegurado que busca “un gobierno de competencia nacional”, para lo cual “no tendrá en cuenta consideraciones al margen de las capacidades y el desempeño”.
“Uniré a hombres, mujeres y jóvenes competentes de todo Nigeria para generar un país más seguro, más próspero y más justo. Debe haber jóvenes. Las mujeres deben tener un papel predominante. Que vuestra fe os lleve a rezar en una iglesia o una mezquita no determinará vuestro lugar en el Gobierno”, ha aseverado.
El presidente electo ha puesto además entre sus principales prioridades “garantizar la seguridad de la nación y lograr que sea próspera”, antes de indicar que “se construyen puentes y carreteras no sólo para el comercio y los viajes, sino para conectar a personas de fes diferentes, con opiniones diferentes, para un diálogo armonioso”.
“Queridos nigerianos, este es nuestro país. Es nuestro momento. No lo desperdiciemos. No volvamos a aceptar versiones menores de nosotros y de nuestro destino colectivo. No podemos estar satisfechos con llamarnos el gigante de África. Debemos dedicarnos a hacer esas cosas grandes e históricas que sólo puede hacer un gigante”, ha remachado.
Tinubu sustituirá en el cargo a Muhammadu Buhari, quien no pudo presentarse debido a que ha cumplido ya el límite de mandatos fijados por la Constitución de Nigeria. Las elecciones suponen además la primera ocasión desde el retorno del país al gobierno civil en 1999 en la que ninguno de los candidatos es un antiguo líder militar, como era el caso de Buhari, quien ya estuvo al frente del país entre diciembre de 1983 y agosto de 1985 tras un golpe de Estado.
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